Cap. 5

659 38 2
                                    

*Eileen *

Me había quedado dormida y tenía que ir a la escuela y por alguna razón estaba en mi cama, todo era demasiado confuso pero ahora no tenía tiempo para pensar en eso.

-papá ¿y mi coche?- grite

-se lo llevo el chicho- dijo tranquilo- Alexander

-¿por qué lo permitiste? No lo conoces ¿qué tal si se lo robo o lo vendió en partes?-ni yo creía que eso fuera posible, pero se me hacía tarde y estaba molesta

-¿crees que no sabría a quién dejarle tu coche?- dijo sonriendo- sé que es él- añadió después de un momento

Así que no tendría de otra más que ir caminando, no me molestaba pero necesitaba ir por un café y sin mi carro eso sería imposible

-¿te llevo?- preguntó una voz desde su moto- Alexander me dijo que probablemente necesitarías un transporte

-Hadrien, no te preocupes puedo caminar, además habíamos quedado en algo.

-lo sé, pero lo estuve pensando y bien podemos ser amigos ¿no lo crees?- dijo animado

-no lo sé... No quiero que ninguno de los dos sufra por esta situación y no te preocupes en verdad preferiría ir caminando- dije y camine lo más rápido sin darle opción a responder, las cosas no podían ser así y muy en el fondo él sabía eso también.

-así que ahora haces ejercicio- se rio Aris y con mucha razón estaba sudando como nunca, yo no estaba acostumbrada a nada que implicará esfuerzo físico - parece que los cambios te están haciendo bien.

-no, no es eso ¿crees que pueda darme una ducha rápido en las duchas de fútbol?- Aris jugaba rugby y por suerte tenía acceso a regaderas, y no quería estar toda sudorosa en clase.

-sí, pero yo te acompaño- dijo un poco preocupado

-está bien se cómo defenderme, además no creo que haya nadie en el baño a esta hora, ustedes son muy flojos.

-tienes razón pero no me quedo tranquilo creo que debería ir contigo, pero también necesito llegar temprano a clase, hoy tengo examen- dijo dudoso

-no te preocupes, en verdad voy a estar bien- sonreí sincera

En cuanto llegue a los baños deje mis cosas en el casillero de Aris y comencé a bañarme, una suerte era que algunos de los baños tenían puertas todavía, pues las otras puertas habían sido tiradas por las novatadas de los mayores.

***Hadrien***

¿Por qué demonios se había metido a un baño de hombres? La había seguido para asegurarme que estaba bien, pero parecía estar perfectamente así que lo mejor era irme y lo hubiera hecho si sus gritos no se hubieran escuchado hasta donde estaba.

-¿qué demonios?- dije mirándola, había corrido por preocupación pero sólo pude soltarme a reír

-no es para nada gracioso- dijo enojada y apenada- ¿acaso fuiste tú?

-claro que no, para que querría tu ropa, al parecer no le caes bien a todos- en el casillero que miraba había una nota muy grosera y graciosa

--------------

Me he llevado tu ropa, grandísima zorra!! Veamos si tus amiguitos te pueden sacar de esta.

-----------

-maldición- dijo enojada

-tranquila tal vez te pueda ayudar- y antes de darme cuenta la estaba observando se veía tan jodidamente bien con sólo la toalla puesta- tal vez te puedas poner mi camisa- le propuse nervioso.

Tentadora prohibiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora