CAPÍTULO TRES: HUIDA

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fuck... ¿Me estás jodiendo? Si vas a matarme hazlo de una vez, no sé que planees hacer contra mis padres, pero te puedo asegurar que no vas a obtener ni una mierda de mi, así que termina este pequeño numerito de ciencia ficción ya - el rubio puso a un lado de la cama la bandeja de comida después de haberla dejado casi limpia por el hambre, aún así sintió que casi no había comido nada

¿Tus padres? Supongo que no me crees, es normal, también me pasó- John se acercó con cautela y tomó la bandeja, no quería poner más nervioso al menor

empiezo a creer que estás loco, dude- se dejó caer de espaldas y cerró los ojos, mínimamente debía descansar, daba igual si el más alto decidía matarlo, no podría defenderse ni hacer nada, más que esperar alguna oportunidad y estando débil no iba a lograr mucho

No descarto la posibilidad, este lugar es muy extraño... si necesitas algo puedes decirme, estaré en la habitación de al lado- escuchó los pasos del más alto alejarse fuera de la habitación, cerró los ojos y dejó su subconsciente fluir en un río de pensamientos, la tranquilidad del lugar le ayudó a caer dormido más rápido. Un sueño, todo está oscuro y ente la bruma puede ver el escritorio de su cuarto, ¿A caso estaba soñando justo donde termino dormido y despertó en otro sueño? Recuerda haber dejado su liga del cabello en el buró a un lado de su cama, intentó moverse para tomarla pero en cuanto tocó la fría madera un fuerte borrón negro frente a sus ojos le dejó aturdido, parpadeo entre la inconsistencia y consciencia. Pensó por un segundo que al fin iba a despertar en su propia cama, pero el tirón de las cintas en sus muñecas le hizo saber lo contrario.

"a caso ¿Será verdad lo que John me dijo?, Si es así, tendría que liberarme, quiero ver todo con mis propios ojos"

En la cocina de la planta baja John se encontraba lavando la loza sucia, a veces se sorprendía de lo mucho que podía pensar y analizar tallando la grasa de los usados sartenes.

Lo sabía, ese chico era como él, no pertenecían a la realidad en la que actualmente existen, un dolor de cabeza al intentar comprender un poco y justamente esa era la razón por la cual era preferible incautar y adaptar gradualmente a las personas que sospechasen no fuesen de esta realidad, ya que él y Mark no eran los primeros, probablemente no serían los últimos. Ese era un misterio más que resolver ya que nada podía ser una coincidencia, todos debían tener un motivo por el cual terminaron en esta ciudad tan explosiva

-¡John! Quiero ir al baño- y es ahí donde el más alto pensó que las cosas no se podían poner peor, soltó el aire qué no sabía que estaba reteniendo por lo densos que se volvieron sus pensamientos, secó sus manos con la suave franela que tenía a un lado de la barra de la cocina y se encaminó hacia el piso de arriba, era normal que el chico tuviese que hacer sus necesidades básicas, pero era peligroso y debía tomar ciertas medidas de seguridad- ya voy, por favor no intentes nada, esto se vuelve cansado

Entró de nuevo al cuarto y lo primero que vió fue al rubio forcejeando sin ganas con las cintas nanoflexoras, arqueo una ceja y buscó en los bolsillos de su pantalón el control remoto, se acercó a uno de los tubos de metal a cada lado de la cama, presionó un botón y el extremo de la cinta sobre el tubo se abrió y volvió a cerrar sobre su propia muñeca

¿Acabas de esposarnos? Definitivamente me siento como un criminal -vió como su otra muñeca fue liberada, ahora solo estaba atado al hombre frente a él

Si huyes y golpeas a todo mundo en tu camino sin previo aviso, creo que no deberías sorprenderte- el rubio giró los ojos exasperado y él solo se limitó a hacer énfasis en su nariz rota, un poco menos inflamada pero aún con esa tonta bandita médica, con un gesto de su mano le indicó al atado chico donde estaba el baño de su cuarto.

NEOCITY [JOHNMARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora