Mentiras

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Me desperté con un dolor horrible de cabeza, los ojos hinchados y la boca seca. Estaba acostado en el comedor, semi desnudo y con una lata de cerveza en la mano. No recuerdo que fue lo que hice en la noche, o porque estoy solo en calzoncillos. Solo recuerdo que Karina me puso el cuerno y decidí hacer esta estupidez.

Me levanté a prepararme un café. Puse el agua a calentarse, saque una taza y le agregue el café con el azúcar. En eso escuché el timbre. Me levanté para atender la puerta. Era Karina.

-¿Qué haces aquí? - pregunté molesto, tal descaro me desagradaba
-Buenos Días a ti también amor -respondió con sarcasmo. Pasó sin permiso alguno e intento besarme. Me retiré antes de que lo hiciera -¿Qué tienes? -Preguntó. Solo reí con amargura -Si es porque ayer te deje, enserio lo lamento, me hablaron por teléfono que mi abuela estaba enferma y...
-¿tu abuela? ¡Ja! Si claro
-Es cierto, sino me crees llamaré al hospital en el que está -sacó su celular dispuesta a marcar.
-No hace falta, sé que no estabas con tu abuela
-¿disculpa? ¿Me estas diciendo mentirosa?
-No, como crees, pero para la próxima asegurate de ponerle seguro a la puerta en donde vas a follar con otro tipo
-¿Q...Que?... ¿De...De que es... Estas hablando?
-¿Lo ves? Ni mentir sabes. Ya no te quiero volver a ver. Fuera de mi casa, amor. - dije de una manera amarga que hasta en la boca sentí esa sensación.
Salió azotando la puerta.
Me tiré en el piso y comencé a llorar. La amaba de verdad, pero no permitiría que me utilizara como un juguete.
Me puse a gritar y a lanzar cosas por toda la casa. No creía que solo hubiera sido objeto de burla, quien sabe cuantas veces me engañó, y todavía se atreve a decir una gran mentira aun cuando yo vi todo.

Decidí salir. No me quedaría encerrado por esto. Me metí a bañar pues estaba echo un desastre, acabando me vi en el espejo, tenia los ojos hinchados y la cara roja en algunas zonas pero pálido en la mayor parte ya que no había comido aunque no tenia hambre sabía que debía al menos tomar un refrigerio. Bueno, en la calle comería algo, solo quiero alejarme un rato de los recuerdos.
Tomé mis llaves y me fui. No sabía con exactitud mi destino, solo quería caminar, y eso hice, caminé sin rumbo, parecía zombi, estaba en un estado inconsciente.
Llegué a un lugar que creí que ya no existía. El parque de juegos de mi infancia. Aun estaban los columpios donde jugaba con mi mejor amiga... ¿Cual era su nombre? Aida, Alisson..
. sinceramente no recuerdo, solo se que tenia unos ojos cafés claro, los cuales la mayoría de veces los veía cubiertos de lágrimas, jamás supe porque, tuve que separarme de ella cuando apenas tenia 9 años, era mayor como por 3 o 4 años. Vaya, no había vuelto a ese pasado hasta esta noche. Escuché gritos y vi a una silueta femenina correr, segundos después, iba tras de ella un hombre, esto no me sabia bien, corrí tras ellos y llegué a una pista de skate, el hombre buscaba a la chica, llamé su atención.
-¡Hey! ¿Qué buscas?
-Eso no es de tu incumbencia
-Si lo es, cuido de este parque y no es bueno que estés a estas horas por aquí -Mentí y de reojo vi que la chica salia corriendo.
Veía al tipo apretando los puños, tal vez él también la vio. De repente el sonido de unos frenos de carro se escucharon. Deje a aquel hombre plantado y corrí a ver, sacando mi celular llamé a 911. Al llegar a la calle vi a una mujer de apenas como 17 años atravesando el parabrisas de un coche, estaba desangrándose, la ambulancia apenas venia en camino, solo rogaba porque aquella joven no se encontrara muerta. El chofer había huido. Cinco minutos después escuché las sirenas de los paramedicos, temía que hubieran llegado tarde.
-¿Usted fue el responsable? -llegó un policía toscamente hacia mi
-No -Respondi
-¿Fue quien llamó al 911?
-Si
-¿Cómo supo de este accidente?
-Estaba adentro del parque baldío, escuché los frenos de un auto y corrí a averiguar.
Todo lo que dije, el policía lo había anotado en una libreta, no dijo nada mas y se fue. Veía como sacaban el cuerpo ensagretado de la chica.
-Perdió como dos litros de sangre, casi no tiene pulso, debemos llevarla. -dijo uno de los paramedicos
-Joven -Me llamaba otro. -Acompañenos.
Me subí corriendo a la ambulancia. Vi la cara de aquella mujer. Era pálida y bastante delgada, llena de moretones y en el estómago tenia encajado un vidrio, al igual que en el cuello y en muchas otras zonas, vi cortes, pero estaba seguro que no fueron del accidente ocurrido.

Llegamos al hospital, me encontraba en la sala de espera. No llegaron jamás los padres de la chica. Escuché a un doctor mencionar que llegó muerta, que un vidrio atravesó su corazón y no había manera de salvarla.
-Señor -Ma llamó la recepcionista. -¿Usted era algo de la señorita Alice Lennon?
-No
-Bien, entonces ya se puede retirar
-Sobre eso... Quiero pagar los gastos del entierro, se que no me corresponde y que no me darán la autorización sin ser pariente de ella, pero por si llegan sus padres, quiero ser yo el que aporte la capital, siento que es culpa mía ¿sabe?, sino llegan espero que en el hospital reciban el dinero y puedan conseguir algo mas o menos decente, hagame el favor de llamar. -Dije y me fui, creo que era mi responsabilidad, aunque suene ridículo así lo sentí. Además esa chica me trajo a la mente a mi mejor amiga de infancia. ¿Qué tal si era ella? Espero que no, porque me gustaba desde pequeño, aun lo hace, de diferente manera, pero la considero como mi primer amor, aunque tal vez me equivoque, ya que a Karina la consideraba como el amor de mi vida y me salió clavando un puñal por la espalda, como sea, quiero que la chica tenga un funeral adecuado, tal vez ella esperaba eso siendo "suicida".

My Sweet Fallen Angel ~Jay McGuiness~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora