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Andrew Russo

No esperaba que las cosas comenzaran así, me sorprendió la agresividad de Giselle al tomar las cosas, nunca esperé que fuera sumisa después de leer de ella, el hecho de que sea una asesina profesional encubierta en su papel de hija perfecta, no me lo espere y si mis suposiciones son acertadas, Robert no sabe de eso.

Sonrió.

-¡Ja! , Giselle, quieres jugar a esto, juguemos entonces.

Después del espectáculo de Giselle me fui a mi habitación, me puse en contacto con mi gente para saber su estado, aún que acá las cosas estén yendo bien, allá no lo están.

Los malditos japoneses quieren la guerra sin tratado de paz, eso me daña los planes aquí.

Si se comienza una guerra antes de que pueda casarme con Giselle, es un problema, perderé más territorio del que podría haber ganado, así que necesito hacer las paces con Giselle.

Necesito que acepte mi propuesta.

...

He estado planeando todo con Tom para evitar posibles ataques de los japoneses, pero no puedo hacer mucho si no estoy allá, así que me debo ir antes de que amanezca.

Antes de irme quiero hacer algo.

A pesar de que toque ya muchas veces la puerta de Giselle, no abre.

Decido buscarla por los pasillos y jardines.
Aunque no espere que estuviera en ninguno de estos, sorpresivamente estaba en el jardín hablando con su cuidador.

Me acerco llamando su atención y con su gesto veo su disgusto hacia mi presencia.

-Andrew -hace una mueca de asco- Que te trae por mis jardines?

-Te busque en tu habitación y no estabas así que tuve que venir acá.

-Que quieres, Andrew?

-Quiero hablar contigo-miro a su acompañante- a solas.

-Bien, Luc déjanos solos.

-Si, señorita.

Sin más se va dejándonos solos, hasta ahora no me he sentido incómodo con Giselle, de hecho me eleva un poco el ego saber que me casaré con una mujer muy hermosa pero conociéndola un poco no creo que le agrade la idea.

-Ahora, si lo que tienes que decir es sobre- la interrumpo.

-Giselle, no quiero comenzar las cosas mal, en la comida me porte de una forma inusual por qué no quería llevar las cosas mal contigo , aquí entre nos , si yo te hubiera refutado, hubieras quedado humillada, pero no soy malo Giselle así que quiero que comencemos de nuevo.

-Tu crees que yo hice todo ese show para humillarme? Solo te confronte directamente recalcándote lo que podía habértelo dicho a solas, pero mi padre es muy blando, vería las cosas diferentes si no hubiera dicho nada.

-Eres ingenua, lo sabes, no? Quieres tronar?
No sueñes demasiado, no te estoy subestimando, sé de lo que eres capaz pero Giselle sabemos muy bien que te llevo mucho poder por delante.

-Que no se te olvide qué apellido llevo, no soy muy soñadora con la familia que tengo, aquí el único ingenuo eres tú, Andrew, así que habla de una vez de qué querías hablarme.

-Bien, necesito que vengas conmigo a Vailati , me voy antes de que amanezca así que quiero llevarte.
-Ja!, los Japoneses te la jodieron, no?, Tan desesperado estas para pedírmelo.

-Giselle, te estoy teniendo consideración así que más te vale aceptar.

-y si me rehuso? Ya se!, iras con mi padre para que me obligue a ir contigo, no?.

-Estás en lo correcto.

-Que sucio jugando eres, iré , pero con una condición -sonríe.

-hecho.

Sin responderme se va.

. . .

Después de volver a mi cuarto, informo a Vailati que iré con acompañante.

También necesito hablar con Robert, no le he avisado que me iré con su hija.

-Señor Russo, el señor Borgia lo llama.

Una mucama aparece en la puerta.

-Esta bien -me levanto poniéndome mi abrigo.
Supongo que Giselle ya hablo con el por adelantado.

En el pasillo veo a Alessia besándose con un chico más o menos de su edad, si Robert la viera le daría un paro.

Al verme, Alessia se suelta de el y palidece.

-A-Andrew, que haces por aquí? -su voz la delata.

-Voy donde Robert.

Eso la dejo helada, viéndola así decido irme y por último miro al chico, pobre , lo que le espera.

Es casi un pecado para las mujeres tener sexo antes del matrimonio y más sin saber si se van a casar o no.

-No soy virgen, Andrew

Giselle, Giselle, ojalá fuera mentira pero te creo, que pena.

Tocó dos veces el cuarto de Robert, me abre nuevamente Maribelle.

-Disculpe la molestia, Maribelle-sonrío.

-No te preocupes, Andrew- se va.

Entro teniendo el deja vü de esto.

-Andrew, que decepcionante que no me lo pidieras- me mira.

-te lo iba a decir pero se me adelantaron -encojo mis hombros.

-Giselle distorsiona la verdad, explícate tu.

-Quiero que me acompañe Giselle para hacerla cambian de parecer.

-Solo eso?

-Si.

-Bien -Suspira soltando humo de su cigarrillo.

-Nos iremos antes del amanecer así que, no tenemos mucho tiempo.

-Si si, ya vete, Andrew.

Me voy retirando hasta que...

-Por cierto, los Japoneses me contactaron, Andrew.

Mierda.

Imperio VailatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora