Imperio Vailati

6.-

Andrew Russo

Horas Antes:

- Que te dijeron? Para que llamaron? -me regreso para verlo.

-Nos quieren dar un tratado de paz.

Jodida mierda, lo que faltaba, si eso pasa, Vailati será de los malditos Japoneses, no puedo permitir eso.

-Tu que dijiste?

-Que lo pensaría -sonríe.

-lo pensaras? ¿En serio? ¿Quieres que Rommania por fin entre en batalla? Sabes que Rommania compite muy bien contigo ,así que por qué arriesgarte? Muy bien sabes que el emperador de Rommania tiene un conflicto con ellos desde que secuestraron a una de sus hijas.

-Andrew, cálmate, no tengo pensado tener un choque con Rommania, suficiente tengo con los Japoneses, pero solo es para sacarles tiempo mientras ustedes van a Vailati, recuerda que te estoy dejando a mi Preciada hija para que vayas con ella a un campo de guerra.

-Recuerda que ellos no son como los irlandeses, estos no caen fácilmente - digo para luego irme.

Que quiera un tratado antes de que el compromiso sea anunciado es una burrada hacia mi, si firma el tratado muchos se verían obligados a meterse, en eso Rommania, que a parte de ser el imperio potencia igualado a Borgia, suelen ser menos discretos que Borgia .

Sería un gran problema.

Me dirijo a la habitación para revisar el informe de Vailati.
El cual por ahora sigue siendo el mismo.

Me doy un baño, y me arreglo para la hora acordada con Giselle.

Robert mencionó que mandaría a alguien para que nos llevara, mientras espero en las afueras a esa persona, me doy cuenta de que Borgia es muy fría de noche.

Giselle ni se digna en aparecer así que cojo un cigarrillo y lo enciendo.

Mi compromiso es tan bueno y peligroso, la gente enloquecerá al ver a dos imperios unidos siendo dependientes e independientes.

Italia, así como otros territorios de Francia, tienen imperios divididos, muchos de Italia se dividen en dependientes e independientes, mientras que las potencias principales son dependientes, los imperios vecinos suelen ser independientes.

Quiere decir que como yo estoy ahora siendo imperio independiente, llegar a una guerra es fatal, siempre suelen ser los independientes los que pierden su territorio por no tener apoyo de otros imperios en el territorio.

Yo ya me juego mucho con un imperio Japonés, Ōsaka, es un imperio dependiente Japonés, lo cual es una mierda comparado con Vailati.

Si llegaran a atacarme ningún imperio me ayudaría, siempre y cuando no perjudiquen al vecino imperial, si lo hacen pues se verán obligados a intervenir, en cambio si llegarán a atacar a Borgia, todos los imperios potencia los resguardarían, juntos se apoyan y por eso nosotros no crecemos.

El carro llega y entro con la maleta, mientras conduce dando una vuelta hasta otra puerta principal, Giselle aparece enojada, al parecer si espero también.

-Te demoraste -me mira entrando al auto.
-Si, buenas noches para ti también, Giselle -le doy un leve asentimiento.
-Como sea, Vámonos -Mira hacia al frente.

La miro durante unos minutos, sus facciones parecieron hacerse tan delicadamente, su piel de porcelana, como si nunca hiciera nada.

Es un demonio.
Un demonio escondido en un Ángel que te hará pecar si caes en su tentación.

El viaje no es tan largo, pero cuando llegamos a Vailati, Giselle se encuentra dormida, la llamo para que podamos entrar al palacio.

-ya llegamos? - se frota un poco los ojos.

-Si ya llegamos -me bajo y le ofrezco mi mano, acto que ignora, baja y coge su maleta.

-Démonos prisa, está haciendo calor -me mira.

-Si, entra - me recibe Tom en la puerta para mantenerme al tanto de la situación pero calla al verme acompañado.

-Emperador, como estuvo el viaje? Señorita Borgia un placer conocerla -coge nuestras maletas y abrigos mientras entramos.

-Estuvo corto.

-No el mío -dice Giselle sin mirarlo, qué actitud.

-como está la situación? -suspiro al ver la negación de Tom.

-Primero coman, les tenemos una cena preparada -nos guía al comedor.

-La ultima vez que cene contigo no fue de la mejor -susurro para Giselle.

-Quieres que se repita? -me mira con una leve sonrisa.

Niego y nos sentamos a comer.

Esta vez se portó mejor, no hubo complicaciones y ahora está en su habitación que cerca de la mía.

Ahora en mi habitación, Tom habla:

-Señor, se ha visto naves Japonesas cerca del puerto, suponemos que se esconden en el territorio de Suiza.

-Ya tienen a toda la armada?

-Si señor, estamos preparados para cualquier ataque sorpresa.

-Bien, que Giselle esté segura, esa es tu misión -me levanto acomodando mi abrigo.

-Si, señor, disculpe pero a donde va? -me mira.

-A hacer un trato.