Capítulo IX

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Sango estaba confundida e incómoda ante el comentario de la doctora, al llegar a su habitación junto a Bankotsu comienza a tomar en exceso bastante sake.

El hombre que la acompañaba, la observaba serio y con una mirada inexpresiva, según Sango solo el podía competir con Sesshomaru.

La mujer aún usando el kimono rosa se acercó al hombre que parecía no inmutarse con su presencia, ella se sentó a su lado en el sofá ofreciéndole una copa del licor y este la recibió sin beber. Ella seguía pensando en lo que dijo Ayame, sobre que el estaba interesado en ella, quería que el alcohol le diera valor para comprobarlo.

- Dime Bankotsu, ¿Te gustaría hacer este trabajo siempre?

- Habla ¿de ser su custodio?... No me molesta- dijo el hombre- La persona que cuido es agradable y noble, sin contar la buena paga con prestaciones este año ya logré acabar de pagar mi casa.

-Hablando en confianza- dijo la mujer jugando con su vaso entre sus dedos y las mejillas sonrojadas- Para tí, ¿soy solo un trabajo?

El hombre tomo un poco de la bebida, pensando su respuesta ante una nerviosa castaña.

- Mi señora, desde que la conocí hace diez años, he respetado mi promesa de cuidarla y jamás la he considerado solo una tarea.

- Gracias, Bankotsu- dijo ella acercándose a él y colocando su cabeza en su hombro quedándose dormida.

El hombre dejo su vaso a un lado, con sumo cuidado la cargo y acostó en la cama de la habitación, observando su hermoso cuerpo como un ángel y se sentó en el sillón frente a la cama, mientras su mente recordaba su primer encuentro con ella.

Flash Back

Un joven moreno de cabello negro atado en una trenza entrenaba con una espada en el patio de la mansión, gracias a sus habilidades con esta había sido famoso en la mafia y hace un par de meses decidió buscar un trabajo estable junto con sus hermanos Renkotsu y Suikotsu.

- Bankotsu, el señor Yagami te busca- lo llamo la sirvienta de la mansión, el la observó de reojo.

-Enterado, Kagura no lo haré esperar- guardando el arma y siguiéndola.

Estaba conciente que hace días su señor había contraido nupcias con su segunda esposa, ambos caminaron juntos hasta el salón.

Su jefe estaba sentado en aquel sofá imperial luciendo un elegante kimono negro, sentía que estaba molesto por no asistir a su boda y pero había coincidido con sus vacaciones.

- Mi señor- dijo el hombre haciendo una revencia.

-Bankotsu, me da gusto que regresaras.

- Gracias, señor.

-Entiendo que estuvieras ocupado, quería asignarte una nueva tarea. Cómo sabes hace días contraje matrimonio por segunda vez y temo que mi esposa le ocurra algo; así que serás responsable de su seguridad.

- Como ordene.

- Kagura, trae a mi esposa para la conozca y la cuide desde hoy.

A los cinco minutos llegó la sirvienta con una joven, era delgada y su rostro estaba lleno de moretones parecía que había sufrido golpes recientes. El ojo derecho se veía bastante hinchado, ella en su rostro aún conservaba algunas lágrimas y el solo miro con un poco de asombro.

La chica se hinco frente a el, le hizo una reverencia a su esposo, permaneció con la cabeza agachada y hasta que el hombre

- Ella es mi esposa, Sango- dijo el pelinegro con una mirada perversa - apartir de este momento te encargaré de su cuidado.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2021 ⏰

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