Capítulo II

36 0 0
                                    

INUYASHA y sus personajes NO ME PERTENECEN... Solo hago esto por DIVERSIÓN y para su ENTRETENIMIENTO, agradezco sus COMENTARIOS.

Capítulo II

-¿Nos conocemos?-Decía dudándolo, mientras la observaba de pies a cabeza.

-Por supuesto cuando me conociste mi apellido era Takamura, no Yagami.

-Hace bastantes primaveras, Sanguito.

Ella sonrió hacia el comentario, mientras él seguía al lado de ella, sin dejar de admirar a esa mujer tan atractiva y es que como no podría haberla olvidado si siempre seria su pequeñita. A la novia de su amigo nunca había mencionado nada acerca de su gran amor y pero al parecer Koga, le había comentado y habían actuado juntos de cupidos.

-Si bastante tiempo, toda una década ausente... confieso que me case.- fingiendo una sonrisa-No olvido que querías ser doctor.

-Era cierto, yo era un joven ilusionado con ser médico debido a una extraña enfermedad que me quito a mi madre- suspire- Por fin logre mi sueño.

Al verlo Sango recordó aquellas sensaciones que había sentido por el ojiazul durante diez años, nunca había dejado de pensar en él. Lo conocía desde pequeños, así que siempre sintió un cariño especial hacia su mejor amigo; nada que ver con lo que sentía por su esposo, por el solo trataba de soportarlo, ya que era celoso, manipulador, inexpresivo y tenía una gran urgencia de formar familia.

: Flash Back:

Era un día completamente perfecto y hermoso, hoy era su cumpleaños diecisiete. Todo en su casa había comenzado normal en su casa. Hoy había tenido que asistir a sus clases, las cuales tomo de manera atenta y dedicada como siempre, en el salón pudo observar que sus amigos Inuyasha estaba dormido, Koga renegando de sus ronquidos, Kagome estresada porque no entendía nada y Miroku revisando las cartas de amor que las chicas le mandaban.

Era la última hora cuando el altavoz interrumpió la clase, pidiéndole que se presentara con sus cosas en la oficina del director. Toda la clase volteo a verla sorprendidos, ya que la castaña era destacada como atleta, estudiante con calificaciones excelentes y un gran ejemplo.

Ella tomo todas sus cosas y se encamino sin prisa, al llegar a la oficina la voz del director Myoga aclaro sus dudas.

-Adelante, señorita Taijinya. Su padre me ha comentado que le han ofrecido un lugar en una escuela prestigiosa en el extranjero, así que desde hoy deja de ser parte de esta institución. No me queda informar, que extrañaremos su desempeño, puedes despedirte de tus compañeros.

La castaña hizo una reverencia, ante las palabras del anciano. Observando a su padre solicitando su permiso, el hizo una seña de que estaba de acuerdo.

-Le agradezco el tiempo, Maestro Myoga.

La castaña salió del lugar rumbo hacia el salón, observo como su amiga Kagome salía un momento.

-¿Sango, sucede algo?- pregunto la azabache curiosa.

-Nada, mi padre ha venido por mí a la escuela- hizo una pausa- Amiga, a partir de mañana ya no me verán aquí.

-No bromees con eso, parece que nunca regresaras- tomando sus manos- Sango, que haré sin ti. Eres mi mejor amiga, recuerdas que planeamos casarnos en la misma boda y ¿Qué pasara con Miroku?

La chica apretó sus manos y la observo, quería decirle que realmente ella no sabía nada, pero al ver a su padre acercándose a ella.

-No se cuando vuelva, Kag. Me iré a estudiar fuera un tiempo, sobre los chicos diles que agradezco su amistad y que lamento no despedirme de ellos... A él, dile que me disculpe no podré ir a la graduación con el, pero viendo su popularidad... Encontrará otra chica.

Mujer Prohibida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora