0.00 Prólogo

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—Solo escucha —llamó intentando hablar una vez más, pero el alfa se apresuró a negar mientras se soltaba nuevamente de su agarre, lo vio dar unos pasos atrás y por un momento pensó que al llevar sus manos perdidamente a su cabello para revolverlos con frustración comenzaría a alzar la voz, pero no lo hizo, tan solo bajó la mirada y tras un suspiro entrecortado volvió su vista hacía él—. Es verdad que tenía miedo de irme y dejarte en ese estado, quería ayudarte porque…

—¿Porque sientes lástima por mí? —completó alicaído al recordar la forma en que el heterocromático se lo había hecho saber, su voz le quemaba de una manera sobrenatural la garganta y por medio segundo temió haberlo dicho en voz alta.

—No —reprendió al instante el de orbes verdes con enojo y la respiración cortada por escuchar su pregunta. Segundos donde una expresión incrédula fue todo lo que dedicó. 

—Deku… —vaciló al ver la mirada funesta que le fue dedicada, junto a la sensación del aroma contrario que se tiñó tan débil que el olivo logró abrirse pasó entre la menta. Pero él nombre quedó flotando en el aire.

—¿Crees que pienso así? —insistió por lo bajo.

—¡No! —negó rápidamente y antes de poder siquiera pensarlo se inclinó a su frente, despacio y apoyado en una rodilla tratando de no tropezar o hacer algún contacto con su cuerpo, lo que menos quería era incomodarlo más—. No quería decir eso —dijo, posando sus ojos en esos esmeraldas que lo miraban desde arriba. Extrañó tanto poder verlos desde esa distancia.

—Pero lo hiciste.

—Lo sé —afirmó tensando con fuerza su mandíbula y sabiendo que lucía como un idiota, bajo la vista incapaz de poder seguir observandolo—. Todo lo que dije es una mierda —susurró mientras su mano se movía impaciente por querer acercarse lo suficiente hasta tomar la contraria, pero tan solo bajó más su rostro —. Lo siento, te dije que no deberías estar aquí  —dejó escapar con voz temblorosa—… conmigo.

SEMPITERNO  [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora