Hágalo usted mismo V

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Javier caminaba rumbo a la salida, había sido un día realmente terrible para él, Karina tratando con todas sus fuerzas de que la dejará sola mientras la mirada cruel de Lara le perseguía por toda la escuela bajo amenaza de no obedecerla. ¿Cómo había terminado a su merced? Si lo sabía pero no quería intentar recordarlo más porque de lo contraría tomaría toda la caja de antidepresivos que llevaba en la mochila.

—Pienso que no deberías dejarte de Lara y Karina—dijo una voz detrás de él deteniéndole el paso.

Caminando a paso lento con la mochila en la espalda Andrés se dirigió a Javier, había esperado a la salida de clases para encontrarse con Javier, su plan un par de años atrás trabajado requería del único que al igual que él conocía lo que esas dos chicas eran capaces de hacer . Andrés aún lo recordaba, su amigo, su camarada, sodomizado, castrado y atado a su cama para horror de sus padres y de él que lo había ido a buscar ese día.

Si tan sólo hubiera estado esa noche con él, pero sus padres no se lo habían permitido y los de Alexis su viejo amigo había dejado la ciudad. Él quería ser cómo todos y dormir con dos chicas a la vez era una fantasía de hombre que quería cumplir, lástima que escogió a las chicas incorrectas.

—No puedo reclamarles nada, se lo que pueden hacerme y no está en mis planes terminar igual— respondió Javier recordando cómo si fuera ayer cómo había ayudado a amarrar al pobre chico que era su vecino.

Javier lo había intentado cuando ambas chicas habían entrado a su casa, oyó los gritos y corrió para ayudarlo pero no esperaba lo que encontró dentro. Las dos chicas habían atado de espaldas a Alexis y le habían metido un masajeador de espalda por el encendiéndolo y metiéndolo en su cuerpo con tal brutalidad que desgarraron sus intestinos mientras lo dejaban sobre la cama sobre un charco de sangre.

Javier había intentado correr y pedir ayuda pero las chicas enterraron un cuchillo en su hombro sometiéndolo entre las dos, el cuchillo tenía amarrado un hilo, cada negativa de dañar a su vecino le jalaban al hilo abriendo más y más su hombro tan dolorosamente que se negó a desobedecerlas. Desde entonces tenía insomnio, desde entonces tenía miedo, desde entonces pedía perdón, desde entonces esperaba poder vengarse de aquellas chicas, deseando silenciosamente que sufrieran lo mismo que Alexis sufrió, pero no podía, no lo hubieran permitido.

—Hasta tu estas al tanto de que en estos momentos Paola las tiene en discordia y ha dejado a la luz todas sus debilidades, son fáciles de derrotar en estas condiciones—dijo Andrés mientras en su interior trataba de contener la sonrisa. Su oportunidad estaba ahí, conocía a Javier de vista, no lo había tratado pero sabía quién era, sabía lo que había visto y porque guardaba silencio y que en su interior la misma rabia le consumía deseando la oportunidad perfecta para vengar la muerte de ese pobre chico.

—¿Qué debo de hacer?—le preguntó Javier finalmente mientras sus puños se cerraban en ira contenida.

—Síguelas, creo que tu solo te darás cuenta de lo que debes hacer—respondió Andrés que pasándolo de largo salió de la escuela.

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Sabía muchas cosas que los demás no, era muy común que muchos vinieran a mí a pedir consejo o algún dato relevante sobre sus amigos, novios y novias, era la fuente de la información y la discreción, si tan sólo no hubiera tenido problemas quizá le hubiera sacado provecho a la situación pero era por eso por lo que estaba en esa situación.

—Paola quiere que nos veamos hoy en la hondonada de la escuela—exclamó Karina extasiada tras acercárseme para saber los últimos datos de la chica a la que secretamente veía cerca del Bosque de la Ciudad.

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