Hágalo usted mismo (Epílogo)

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Todo sucedió tan rápido, a la mañana siguiente el conserje siguiendo un hilo de sangre tras encender la bomba de manera remota, descubrió el cadáver de Andrés. Una vez notificado a la policía que estaba al tanto de los desaparecidos de nuestra escuela se hicieron averiguaciones, todos son idiotas y salieron muchos sospechosos, demasiados desaparecidos y pocos culpables.

Yo estaba en la listas, Javier y Juan Carlos, yo por sombrío y misterioso, la gente temé a lo que no entiende eso siempre me quedó claro, Javier tenía depresión y su posterior muerte por sobredosis aclaró la situación. Sólo quedaba un sospechoso y sin una cuartada sólida y con muchas acusaciones por los golpes a Paloma y su presunta desaparición, Juan Carlos fue aprendido.

Ninguno olvidó el día que fueron por él a la escuela, aun cuándo "Emy" desapareció de la ciudad, aun cuando mi familia apeló a su buen corazón, aun cuando la familia de Jackie apeló al amor a su hija. Cinco policías habían sometido a mi compañero tras decir un discurso que caló en lo más hondo de cada uno de los demonios internos que toda la ciudad guardaba en su interior.

—No me arrepiento, de decidir, de defender mi derecho a un recuerdo, no me arrepiento de dejar rienda suelta a mis pesadillas y demonios internos, fueron útiles a la hora de satisfacer mis sueños, de pelear por lo más importante, si alguien quiere algo en esta vida ...lo tiene que hacer él mismo— dijo Juan Carlos antes de ser brutalmente golpeado frente a la clase.

Al final de la historia no importo todas las terapias que nos dieran algo era seguro Juan Carlos tenía razón, pronto un nuevo loco impondría sus deseos en la ciudad firmando siempre con una flor morada. La escuela entera pareció ser una fábrica de locos que extendían su fama en la ciudad, las investigaciones jamás cesaron, nuestra ciudad no se detenía de darnos Dulceros, Madres Naturalezas, Sueños, Deseos, Murmullos todo lo que nuestro ser anhelaban y nuestros demonios internos concedían.

—¿Les gustó la historia?, deseo que sí, Jackie y Ángel ama este cuento, espero no deseen más de lo que pueden hacer, espero que pasen buenas noches y tengan dulces y recuerden... mi nombre es Kuivi y la fosa aún no se llena—

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