Morosis: Far Away; Kim DoYoung

09

—¿Me veo bien?— JiHyun dio una vuelta en su vestido color melocotón para que la observará.— ¡Sé sincero!

—Te ves preciosa, amor.— Sonreí mostrando todos los dientes. Siempre era bueno verla con ropa diferente a la que usaba en la oficina. Me acerqué para tomar su rostro entre mis manos y apretarlo, junte nuestras narices a lo que la más pequeña se sonrojó.— Tan linda.

—Vas a estropear el maquillaje, Do.— Tomo mis manos para separarlas de su rostro.— ¿No deberías estar preocupado por TaeYong?

Cierto, TaeYong.

Estábamos en su boda.

El mayor realmente se estaba casando con SooMin. Solté un suspiro mirando las puertas del edificio, sabia que, probablemente, yo fuera el último de todos nosotros en estar en su posición.

Y eso estaba bien.

Cada persona tenía una manera de vivir su vida. Todos caminamos a velocidades diferentes, algunos hacemos paradas largas y otros dan zancadas para llegar a sus destinos.

Mi relación con JiHyun... Era lo mejor que me había pasado.

En la oficina seguíamos teniendo esa imagen profesional que había que mantener, primero, porque era mi jefa, segundo, era mejor si las personas no sé enteraban de nuestra relación.

La castaña era demasiado energética, pero suponía que eso era lo que necesitaba en mi lamentable vida de solitario. Me estaba enseñando a cocinar e, incluso, a usar el lavavajillas de mi apartamento.

Entrelacé nuestras manos para entrar al edificio, todo estaba decorado de colores pasteles, según tenía entendido, eso le daba un ambiente etéreo o algo así.

No le había prestado mucha atención a TaeYong en ese momento.

—¡DoYoung!— Hyuck se encontraba de pie en una esquina, JaeMin se encontraba a su lado, podía decir, algo nervioso. Hizo un ademan para que me acercara.

—Me adelantaré.— JiHyun soltó mi mano para encaminarse hasta los asientos de al frente, saludando a todos en su camino.

Seguramente presentándose como mi novia.

—¿Qué sucede?— Cuando llegué a su lado, JaeMin me miro con preocupación, rodeando mi muñeca con su mano para empezar a jalarme hacia una puerta.— Si me explican que está pasando, podría buscar una solución, no sé.

—TaeYong no quiere salir.— Na abrió la puerta, dejándonos pasar para cerrarla una vez que todos estuviéramos dentro.

—¿Eh?— Miré a Hyuck con los ojos abiertos y solos se alzó de hombros.— ¿A qué te refieres?

—Ya lo verás.

Unos cuantos segundos fueros necesarios para escuchar un sollozo provenir de una esquina. TaeYong se encontraba en ese lugar, el traje de color negro le quedaba perfecto y el cabello peinado hacia arriba hacia que se viera más serio de lo normal.