Problemas

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Luego de eso Jimin había salido del apartamento hecho una furia. No podía creer lo que había visto y oído.

Seokjin lo hizo a un lado como si ellos no tuvieran nada y cuando estaba en la parada del autobús sus pensamientos se vinieron abajo junto cuando se dio cuenta de la verdad en que el mismo se sometió.

El y Seokjin no tenían nada la verdad y todo por que el lo había querido así incluso luego de varias veces que Jin insistió el se negó alegando simplemente tener una atracción sexual.

Pero ahora que veía al mayor irse con otro y sentir a su corazón doler más de lo normal se dio cuenta que aquello que se estuvo diciendo todo este tiempo era una mentira que no se podía creer más.

"Entonces ¿Por fin te diste cuenta?" La voz de Jungkook lo saco de sus pensamientos cayendo en cuenta de que ya estaba en la universidad sentado en uno de las bancas. También comprendió que al parecer en medio de su conflicto existencial le había contado todo a Jungkook y ahora que lo veía con una cara de te lo dije se arrepentía de lo que había dicho antes.

"Para que me harás repetirlo" Bravo Jimin dejando su rostro entre sus manos para conseguir un par de palmaditas en la espalda por parte de su amigo.

"Tranquilo, tal vez solo deban conversarlo y si eres sinceró con lo que sientes con el capaz puedan tener algo mas que solo coger" Hablo como si nada su amigo, sin embargo aquellas palabras solo lo hicieron sentir peor.

Pues si le confesaba eso a Jin había una gran posibilidad de que todo se derrumbara.

"Olvídalo, eso no sera una opción" Dijo sin ganas antes de empezar a caminar a su siguiente clase.

Ahora no sabía que hacer.

Con eso en mente el día paso y sus clases llegaron hasta su fin, para conseguir ahora en la entrada de la universidad un conocido bullicio que le hizo tensar su cuerpo.

Rezo en sus adentros de que no lo estuviera causando quien creía pero en cuanto se acerco más lo vio.

Seokjin estaba hablando casualmente con algunos que se encontraban al rededor de su auto. Tenía un traje hecho a medida puesto y su cabello perfectamente acomodado, se notaba que había regresado de la oficina.

En eso sus miradas chocaron haciéndolo sobre saltar antes de empezar a caminar en dirección contraria. Escuchó como su mayor lo llamaba, pero siguio caminando sin importar nada.

Sabia que su actitud era tonta, las cosas se arreglarian más rápido hablando, más su mente solo quería salir corriendo para no ver el problema de frente.

O eso quería hasta que oyo su nombre en un grito y la corneta de auto.

Penso por un momento que lo iban a arrollar pero en vez de eso sintió como su rostro chocó contra un pecho firme y su cuerpo era rodeado por una calidez conocida. En su oído sintió la respiración agitada de alguien.

"Dios. Jimin no vuelvas a hacer eso" La voz llena de pánico de Jin resonó en su interior. En eso se permitió aferrarse al cuerpo ajeno dejando al propio temblar.

"No vuelvas a correr así y menos sin ver por donde vas" Otro pedido de Jin llego a el y asintió incapaz de negarse.

"Perdon" Dijo sin voz antes de intentar alejarse del otro aunque su cuerpo no quería.

"¿Que haces?" La pregunta fue hecha sin querer soltar al castaño y el otro nego.

"Gracias por salvarme pero no te quiero ver ahora, solo dejame solo" Pidió con un mínimo de voz.

"¿Por qué pides eso? Si paso algo lo podemos hablar en la casa"

"¡¿En serio me lo estas preguntando?!" Reclamo de repente sintiéndose molesto por lo que había oido.

"Hablemos en la casa" Pidió de nuevo con un rostro que no daría su brazo a torcer y sabiendo lo terco que era bufo antes de empezar a caminar hasta donde estaba  el auto estacionado.

Espero a que Jin abriera la puerta y en eso se montó.

Todo el camino estuvo en un silencio pesado y cuando llegaron al apartamento fue lo mismo.

"Pequeño, se que estas molesto, pero no pensé que te importara" Seok fue el primero que hablo, aunque el otro no respondió.

"Luego de haberme ido me di cuenta del día y pensé que era obvio que no llegaría"

"Tenías que haberlo dejado en claro, pudiste haber llamado" Fue lo primero que dijo el menor, sentandose en el sofá molesto, sintiendo que en cualquier momento podia romper en llanto.

"Pensé que era lo obvio" Dijo con indiferencia el otro moviendo las manos antes de agacharse para estar frente a Jimin, viendo al otro con los ojos cristalinos al frente de él.

"Maldición, no lo era y lo sabias" aquella  palabras eran ácidas para ambos, pero sobre todo  para el contrario  porqué  sabia muy en el fondo de que era la verdad.

Esa discusión  dejó en claro de que nunca las cosas pueden ser muy buenas, ya que los cuentos de hadas no son reales.

De un beso a  una adicción. Minjin/JinminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora