Ansiedad (Karmaland)

Capítulo 6

"¿Podría ser? ¿Podría ser que la persona que más he amado desde que llegue... ¿Me ame de vuelta?

La cabeza de aquel alfa estaba hecha un lío, ¿sería posible que su crush correspondiera su amor? Se levantó de la cama al notar como los rayos del sol se colaban por la ventana, suspirando, ya luego pensaría en el tema de Luzu.

Caminó lentamente hacia la cocina, arrastrando los pies en el camino, bajando las escaleras para encontrarse a Vegetta preparando el desayuno.

-¿Vegetta? ¿Qué haces despierto a estas horas? Son las 6 de la mañana... Vete a dormir....

-Estoy haciendo el desayuno Auron, como compensación por cuidarme. ¿Cómo están Luzu y Fargan?

-Aún no lo he comprobado, pero, si sé que necesitan descansar, tú también Veg.

-Yo siempre me levanto a esta hora, no voy a romper mi rutina solo por haber tomado drogas. De todas maneras, no tengo sueño.

-¿Cómo que solo? Madre mía Samuel... Estás mal de la cabeza. Por cierto... ¿Desde cuándo estas despierto?

-No sé... Una media hora, tal vez un poco menos, no estoy seguro. ¿Prefieres tortitas o gofres Auron?

-Gofres. Como médico te recomiendo que te vayas a descansar además no hace poco desde lo de...

-Calla... Solo, no lo digas, ¿ok?- le interrumpió Samuel temblando levemente a la par que cerraba sus ojos ahora llorosos, haciendo que un par de lágrimas traicioneras cayeran por sus mejillas.

El de mecha amarilla se acercó a él, rodeándole con los brazos, haciendo que el de ojos amatistas empezara a sollozar.

-Tranquilo, ya estás a salvo. Ya nadie te hará daño, te lo prometo...

-Gra-Gracias.

-Si necesitas a alguien con quien hablar aquí me tienes, sea como psicólogo o como amigo, ¿ok?

El amante del morado asintió con la cabeza, escondiéndose aún más en el pecho del alfa.

En ese momento se pudieron escuchar pasos provenientes del piso de arriba, los cuales se dirigían hacia las escaleras de la mansión.

-¿Vegetta? ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? - preguntó con preocupación Willy, acercándose lentamente a la pareja.

El dueño de la casa asintió, separándose del de piercing y abrazando al omega de hebras albinas. De repente un olor fuerte a castañas asadas inundó las fosas nasales de todos que, al darse la vuelta, vieron que pertenecía a Rubius, el cuál miraba a Willy y Vegetta con rabia.

-Venimos en un momento- dijo Willy antes de tomarle la mano con fuerza al alfa y llevárselo al jardín- ¡¿Se puede saber que coño te pasa?! ¡¿Puedes dejar de verme así?! ¡¿Puedes dejar de ser tan celoso con Vegetta?! ¡Sé que lo amas pero no tienes que restregármelo en la cara!

-¡Tu tampoco tienes que restregármelo! ¡Todo el rato abrazaditos! ¡Yo no lo amo a él!

-¿Entonces a quién?- preguntó el albino molesto con su hermano oscuro.

-A ti.

Rubius acortó la distancia que quedaba entre ellos, juntando los labios de Willy con los suyos, el cuál por un momento se quedó en shock, pero tras unos segundos correspondió al beso, separándose por falta de aire.

-Entonces... ¿Tú...? - empezó a preguntar el cura pero fue interrumpido ya que el de boina verde volvió a juntar sus labios en un pequeño y rápido beso.

-¿Eso responde a tu pregunta?

El híbrido de oso asintió, llevando sus manos a la cadera de él de ojos achinados y juntándolo a su cuerpo, volviendo a besar al contrario, siendo esta vez el beso lento y suave.