Epílogo

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Vegetta abrió los ojos, sintiendo como los dorados rayos de sol se colaban por las persianas de la habitación dándole en la cara. Se levantó, separándose de su novio, bajando a la cocina para empezar a preparar el desayuno.

Sacó varios platos, empezando a mezclar harina, levadura, huevos y leche, preparando una masa bastante sedosa. Siguió preparando el pastel, metiéndolo al horno y poniendo un temporizador de 40 minutos, subiendo la temperatura de este a 180 grados.

En ese momento sintió como unos brazos rodeaban suavemente su estómago a la par que unos labios besaban la marca que tenía en el cuello.

-Hola, Fargan... ¿Qué tal has dormido?

-Muy bien, pero, lo importante es... ¿Cómo has dormido tú?

-Bueno... Cómo los últimos tres días, el bebé no dejaba de dar patadas - habló Samuel, empezando a sentir como su futuro hijo le pateaba el estómago - Mira David, ahí está otra vez.

El alfa tocó la barriga de su novio sintiendo maravillado como su futuro hijo pateaba el estómago de su "madre".

-Brayan es muy inquieto... Como yo- dijo el híbrido de búho sonriente.

-Mañana cumplimos ya 6 meses de embarazo, ¿recuerdas?

-¿Cómo no me voy a acordar? Estoy impaciente.

-Cada vez falta menos... Deberíamos ir comprando las cosas para el bebé.

-¿Más? Ya hemos comprado muchos peluches de unicornios y búhos... ¿Crees que necesita más?- preguntó Fargan emocionado por poder mimar más a su futuro hijo.

-No, tonto. Cosas necesarias no peluches- contestó el de ojos amatistas riendo - Cosas como una cuna, biberones... Las cosas que de verdad necesitará nuestro hijo.

El híbrido de búho rió, besando suavemente el cuello del contrario

-¿Y no necesitará peluches? ¿Amor?

-Si, claro que si pero también comida adecuada para su edad o un sitio donde dormir, es que de verdad que eres tontito.

-Si, pero tu tontito.

Samuel río con la broma de su novio antes de separarse del mayor y decir:

-Bueno, nos tenemos que preparar para recibir al nuevo héroe del pueblo, que como lleguemos tarde por tu culpa ya verás.

-¿Me castigarás? - susurró el de ojos amarillentos en la oreja del contrario con una sonrisa pícara a lo que el otro solo rodó lo ojos y dijo:

-Si, dormirás en el sofá durante el próximo mes.

Y después de decir esto ambos rieron dirigiéndose hacia el piso de arriba para poder cambiarse.

(...)

Todos los héroes se encontraban esperando al nuevo, bueno, todos excepto Luzu y Auron.

-¡Puercos! Lo sentimos mucho por llegar tarde, pero, es que Mangel quería llevar su camiseta de Star Wars y como no la encontraba se ha negado a venir.

-Menos mal que lo convencimos con chocolate- dijo Luzu viendo como su hijo comía un pequeño trozo de dulce en el regazo de su esposo- De verdad que me casaría con quien inventó esa maravilla.

-¿KHOMO? ¡Pero si me tienes a mi!

-No seas celoso Auroncito, tú ya sabes que eres y serás siempre el único - habló el de capucha negra, besando al de mecha amarilla en la mejilla.

-Si, si, que bonito- dijo Lolito en tono burlón- Cuidado que vomito.

Lolo se acercó a Mangel Jr y Auron robando al niño de los brazos del mayor para seguidamente hacer reír a su ahijado con sus caras tontas.

-¡Papiiiiiii! - se oyó gritar a la voz de una niña, haciendo que todos se giraran para ver como su "sobrina" albina, de cabellos blancos, con puntas de color marrón y ojos esmeralda abrazaba a su padre Rubius de la pierna mientras que este la miraba enternecido.

-¿Qué quieres María?

-¿Cuándo llega la nueva? ¡Es que me aburroooo! - gritó la niña de 4 años mientras que empezaba a correr alrededor de todos los adultos.

Todos rieron por la acción de la niña, observando cómo empezaba a jugar con su primo Mangel y su Tío Lolo.

-Debería llegar en unos cinco minutos- informó Vegetta mirando su reloj- Espero que no sea impuntual, no los soporto.

-Ayyy Samuel, deja a la pobre chica, que aún no llegó y ya la estás agobiando con que llegue temprano - habló Staxx haciendo que algunos rieran.

-Si, cuando nazca Brayan ya me dirás tú si te siguen molestando tonterías como esas - dijo Alexby, empezando a reír con su característica risa de delfín.

-Ja ja que risa... - habló el de ojos amatistas con ironía antes de girarse a ver fijamente a la pareja - Por cierto, ¿dónde está Leia? ¿La habéis dejado sola en casa?

-Si y no. Esta en casa, pero esta con Amídala.

-Recuerda que mañana habíamos quedado Alesby, que no se te olvide.

-Y que a ti no se te olvide que mañana íbamos a ir a comprar las cosas para el bebé - le recordó su pareja, mirándole un poco molesto pero sobretodo con amor.

-Claro, claro. ¿Alex? ¿Venís Frank y tú con nosotros y nos ayudáis?

-Lo haría con gusto, pero mañana no puedo, tengo una reunión importante con el trabajo durante toda la mañana y luego había quedado con unos amigos de la infancia... Lo lamento chicos, la próxima vez será, aunque Alex si puede asistir, ¿no?

-Claro que si, igual había quedado con ellos, fueran a comprar cosas para Brayan o no.

Después de estas palabras todos de quedaron en silencio, uno bastante cómodo por cierto, mientras que esperaban a que la alfa apareciera. En ese momento una joven pelirroja de ojos blancos como la nieve apareció en el horizonte, saludándoles con la mano, saludo que todos (incluso los niños 😍) respondieron.

Lolito levantó la vista, dejando de ver a su ahijado, observando por primera vez a aquella hermosa dama y en ese momento, su corazón brilló.

La chica se acercaba cada vez más, mientras que sentía como una sensación que no había sentido nunca la inundaba... Entre ese grupo de chicos se encontraba su destinado.

Todos se presentaron, estrechándose las manos y cuando las manos de los dos pelinaranjas se juntaron una sensación eléctrica los inundó. Ambos se miraron a los ojos con una mezcla de sorpresa y felicidad, mientras que los demás veían como los sujetos brillaban levemente, dándose cuenta de que los contrarios eran destinados y que por fin, después de 6 años, Lolito volvería a ser feliz...

-¿Cuál es tu nombre? - preguntó el pelinaranja en un susurro, que al ver la chica iba a preguntarle lo mismo, dijo - Me llamó Manuel, pero todo el mundo me llama Lolito.

-Soy Rafaella, pero, todos me llaman... Rafaella- contestó la joven a la par que ambos reían levemente.

Y en ese momento ambos desearon ser felices para siempre, al igual que en los cuentos y aunque tuvieron sus problemas y discusiones, finalmente así fue...

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Y este es el bello final de nuestra historia!

Que os pareció?

Esperamos que disfrutaran leyendo Ansiedad tanto como nosotras escribiéndola.

Además de que os queríamos dar gracias por acompañarnos en este lindo viaje.

Nos vemos en nuestras otras historias (qué tenemos en nuestro perfil como 10 más de Karmaland :v).

Atte:

            Atenea y Valeria.

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