Ella.

Capítulo 5.

Fueron amigos hasta que Él no pudo más, quería poder decir que era suya. Gritarle al mundo que la amaba.

Pero ella tenía miedo.

Ella fué tonta. Pensó que sería doloroso si se separaban, sin darse cuenta que eso ya les había separado. No se dió cuenta, o simplemento no quiso darse cuenta hasta que pasó 4 meses llorando por las noches, más fuerte de lo normal.

Le hechaba de menos. Tenía que dejar ese miedo atrás, le necesitaba a su lado. Él la quería, la protegía y la escuchaba.

Ella y Él siempre estuvieron destinados a estar juntos, y yo lo sabía. Veía día a día como intentaba avanzar, conociendo a otras chicas, besándolas como nunca pudo hacer con Ella. Pero Él así no era feliz, lo veía en su rostro.

Poco después de eso hablé con Ella, y le dije que luchara. Que dejara de ser una niña tonta. Tuvimos algunos roces, pero Ella lo entendió. Tenía ganas de llorar, pero sabía que delante de mí no lo haría, le gustaba parecer fuerte, solo Él conocía su otra cara. Porque Él era especial, porque estaba enamorada de Él.

Estaba enamorada de las sonrisas que compartían, de los abrazos infinitos, de los silencios cómodos, de los ataques de cosquillas, de las confesiones, de los llantos.

Estaba enamorada de Él.

Y no tardó en hacérselo saber. Compartiendo con Él todos sus secretos.

Sus noches, sus lágrimas, su casa, o a lo que ella tenía que llamar hogar. Realmente Él fue la primera persona que sintió cercana, Él era único para Ella. Y estoy segura de que Ella sigue pensando lo mismo.