Prólogo.

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¿Qué pasa cuando mueres? Creo que no hay ninguna persona que no se haya hecho esa pregunta alguna vez. Hay quien cree en un cielo y en un infierno, quien cree en la reencarnación, y quien cree en que no hay nada más allá.

Quizás yo puedo solucionaros esa duda, al menos en parte. Cuando has vivido una vida completa y feliz, cuando la gente no va a olvidarte, cuando ha habido un cierto número de personas que te han querido, no tengo ni la más remota idea de dónde vas. Cuando, por el contrario, tu vida no podría definirse como una vida feliz, cuando no has sido una buena persona, cuando nadie te recordará con cariño, entonces el único destino que te queda es que tu alma vague para siempre en la nada, sin poder avanzar o retroceder, limitándote a no sentir, pero aún teniendo conciencia.

Y, por último, está esa gente que, únicamente, ha tenido mala suerte. Cuando esas personas mueren, queda algo que las ata a la tierra. Normalmente es tan  solo un vínculo, es decir, una persona, alguien que no deja de pensar en esa persona después de su muerte. En ese caso, el alma de esa persona necesita que quien la une a la tierra la olvide, para lo que solo hay que esperar, o hacer avanzar a esa persona para así, poder avanzar.

Este tipo de almas son conocidas como almas perdidas.

Siempre que alguien sigue recordando a un alma perdida, es porque le quedó un asunto pendiente con esa persona cuando aún vivía. Siempre que alguien sigue recordando a un alma perdida, es porque no termina de ser feliz.

La misión del alma perdida es simple: o espera hasta que su vínculo la olvide, o debe conseguir hacerlo feliz. Si el alma lucha por ello, puede llegar incluso a aparecerse a su vínculo. Sin tener tanta práctica, aún puede comunicarse con su vínculo mediante mensajes o susurros, lo cual, en el peor de los casos, puede ocasionarle al vínculo un infarto, pero no he escuchado de muchos casos en los que eso haya pasado.

No sé qué pasa cuando un alma perdida consigue hacer feliz a su vínculo, pero si tengo algo claro, es que estoy dispuesta a averiguarlo.

Hola, me llamo -o me llamaba, según como se mire- Valerie Garland, y soy un alma perdida.

Almas perdidas. |L.T|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora