Habían pasado varias semanas, yo seguía yendo a ver a Louis a diario y, a decir verdad, me gustaban las cosas que estaba descubriendo de él.
Era un chico dulce, simpático, agradable, gracioso, pero también valiente, no se dejaba amedrentar por su padre, amaba a su hermana. Poco a poco, había descubierto que su infancia había sido buena, su padre había sido su mayor apoyo, y había amado a su madre por encima de cualquier cosa, pero a raíz de que su madre se marchó, el hombre había dado un completo cambio que sorprendió a todos. Fue entonces cuando metió a Louis en el instituto al que ambos íbamos y lo forzó a mantener una apariencia.
Precisamente en ese momento, Louis y yo nos encontrábamos hablando de ese tema, sentados en la cama de su habitación.
—Entonces, ¿querías mucho a tu madre? —Pregunté.
—Muchísimo —Respondió, sin dudarlo— Pero también quería muchísimo a mi padre. Quiero decir, él era bueno, era amable, yo era su niño, Fizzy era su princesita, éramos su mundo.
—¿No te parece raro que cambiase tantísimo cuando tu madre se marchó?
—Bueno —Murmuró, encogiéndose de hombros— Imagino que cada persona tiene su forma de reaccionar ante una situación así.
—Y ella… ¿No tenéis idea de por qué se fue? Quizás pasó algo, o dijo algo… ¿Nunca intentó contactar con tu hermana o contigo? —Louis hizo una mueca y me di cuenta de que había traspasado el límite— Lo siento, no debería tocar este tema… —Añadí.
—No, no te preocupes —Me interrumpió— Es solo que… aún se hace difícil. Todo era perfecto, éramos la familia perfecta, y no solo aparentemente. Lo éramos de verdad. Y de pronto ella se fue sin decir nada y nunca más intentó contactar con nosotros.
—Sigue pareciéndome raro… —Musité.
—¿Podemos cambiar de tema? —Pidió— Me duele hablar de esto.
—Claro, Lou —Sonreí, y sí, había cogido por costumbre llamarlo Lou.
—¿Quieres que vayamos a algún sitio? —Preguntó, y yo me encogí de hombros.
—¿Por qué no mejor usamos esa PlayStation que tienes abandonada para que veas cómo te pateo el trasero en cualquier juego que elijas? —Propuse.
—Me parece bien —Aceptó él, con una sonrisa de esas que hacían que le saliesen arruguitas en los costados de los ojos, mientras se levantaba e iba a por la consola— Pero algún día tendrás que dejarme llevarte a un lugar.
—¿A qué lugar? —Pregunté mientras observaba como conectaba la consola a la televisión.
—Es una sorpresa.
—Está bien —Acepté, agarrando el mando que me tendía.
Algún rato y tres partidas después, quedó bastante claro que Louis no sería capaz de ganarme. Él, frustrado, se lanzó hacia atrás en la cama y se tapó la cara con una de las almohadas, quejándose.
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Almas perdidas. |L.T|
Fiksi Penggemar"Me enamoré de ti antes y lo volvería a hacer en cualquier vida. No importa lo que pase después, siempre has sido tú, y siempre vas a serlo". Traducción: no. Adaptación: no. Esta obra es completamente mía. Si quieres adaptarla, pide permiso.