Por favor, déjame en paz,
quiero estar con mi soledad.
Deja de aparecer, de volar
en mi cabeza sin parar.No sabes
qué es lo que vale,
el haberme vuelto nadie,
el ser la pierda de alguien.Ya te lo dije, sí.
No tengo más que decir,
ni siquiera para sentir
más que tristeza en mi.Podría abrazarlo, apretarlo,
hasta que se haga pedazos.
Fuerte como un oso.
Tanto hasta matarlo.No hay algún espíritu,
ni siquiera tu,
que resista el chau
dicho por tu corazón de seco bambú.