Entre tantos llantos que iban y venían
se encontraban a lo lejos las grandes mentiras.
No significaban nada para tanta elegancia
que se perdía entre las grandes casas.
La sonrisas se distinguían entre aquellas risas
y los árboles volaban en las cimas.
Las plazas sin significado se presentaban,
lo único que hacían era reunir a la alegría.
En la ventana los animaba a seguir en su manada,
teniendo como coartada a las buenas esperanzas
El dolor no se privaba de quedarse en la cama,
queriendo ser parte de la armada.
Los grandes colores intentaban
ayudar a los esclavos antes del delirio.
Con cuidado se fue presentando
el gran banquete esperado.
Uno que juntaba a las emociones
pareciéndose a la caja de montones.
En los que se juntarían a tomar
hasta lo tabú con la libertad.
Buscar lo bueno en este lugar
es sinónimo de encontrar algo mortal.
A menos que una cosa pase frente a la perseverancia,
para quitar todos esos años de arrogancia
