Entre vidrios rotos y pasillos estrechados
Pasa el muchacho con las manos al costado.
Las ambiciones vuelan lejos de él y los grandes sueños lo acompañan
intentando que estos no se aparten entre las montañas.Los grandes amores que alguna vez lo acompañaron
se encuentran bailando en el parque dorado.
Sus labios rotos de tantos antojos y desalojos se encuentran tristes,y no se olvida de la vida,
que corre intentando escapar de tantas pesadillas.La exigencia tranquila camina sin energías
y los dolores bailan junto a los amores.No hay lugar acá para la tristeza
ya que ésta murió en cuanto se escuchó la orquesta.
Sus lágrimas ya no caen,
se secaron con sus ojos ya blancos
Y sus pies atados no dejan lugar para el pecado.Solo hay lugar para una cosa,
la que no se nombra,
la que juega con la vida intentando no caer en su mentira,
la que no tiene lugar para grandes maravillas.