Un día sin ti.

Redescubriéndome...

Y aquí, en este momento, es cuando puedo saberlo todo sobre él... almenos esa es la impresión que tengo, vaya idiotez...

- No... no puedo decirte...- se atragánta con sus propias palabras y la seguridad que antes llevaba a hombros se ha caido como peso pluma hasta el suelo.

Es la primera vez desde que lo "conocí" que lo veo... la palabra exacta es... vulnerable, un crío ante un regalo demasiado grande para su ilusión.

Quiero creer que me quiere. Que de verdad intenta algo conmigo... pero aprendí de mi madre a ser paciente en los momentos decisivos... pero especialmente a mi me cuesta.

- No hay prisa Lars... -sus ojos centellenates e inseguros me miran...- no tienes que decirlo, quiero que estes seguro.

- Tienes razón. Cuando esté seguro puede que intentemos algo. -la confiánza en si mismo ha vuelto, la seguridad vuelve a hacerle intocable.

- Puede que sí.

Hacerme pequeña y desaparecer es lo que quiero, me siento insegura... es tan perfecto... ¿Qué ve en alguien como yo?

Me agarra de la mano y me lleva hasta un trampolín que había escondido en el otro extremo del barco.

- ¿Qué pretendes hacer?

- ¿Crees que el bañador es solo decoración? Dejeme decirle señorita que no. O se tira usted o la tiro yo...

¿Qué? ¡Noo!

- Pero no quiero...

Y antes de que me de cuebta ya estoy en el agua. ¡ME HA TIRADO! Ni me ha dejado hablar con él... capullo.

Las escaleras están a unos metros de mi pero decido quedarme para ahorarle... mi pequeña venganza quizás. Lo veo... es como un ángel. Antes de tirarse su piel blanca contra la luna resulta magnífica y su pelo... dios su pelo marrón es como la aureola...

- ¿ Por qué me miras?

- Porque me da la gana.- le hecho la lengua.

Se rie y salta al agua salpicándome y formando pequeñas olas a mi alrededor.

Ese salto... es un ángel no hay duda... pero le falta su pelo rubio...

Sigue sin aparecer y en mi pecho siento una presión.

- ¿Lars?- lo llamo pero no contesta.- ¡No me hace gracia dónde estas!- los nervios crecen poco a poco.- Joder, o apareces ya o me marcho ahora mismo.- no soy capaz. Quiero que aparezca.

Una sombra recorre desde el punto de su caida hasta mi, y es él. Cuando se asoma un poco le cojo de la cabeza y se la undo todo lo que puedo. Cuando sale estoy un poco más tranquila pero enfadada -no es algo nuevo-.

- ¡Estas loca! - dice en alto.- ¡Podrias haberme matado!

- Claro claro, pero no lo hice. Ahora te contentas por ello y me llevas a casa. -Tengo frío y el cansancio me puede por unos momentos.

- ¿Quieres irte ya?- abre sus grandes ojos y aprieta su perfectísima mandíbula- Irenos al recinto. Mañana tienes la prueba...

Mañana...

- Quiero estar descansada y bien despierta para largarles todo lo que se me pase por la cabeza.- sonrio por mi pequeño rato de valentía que voy a tener.

- Yo estaré delante. Les parece buena idea que estes con alguien a quien conoces.

- Sigo sin conocerte.

- Lleguemos a casa y pregúntame lo que quieras.

En la última frase sus ojos se oscurecen. ¿Qué le puedo preguntar primero?, ¿Su infancia?, ¿Cómo llegó a Lenz? Tantas cosas... uf, la cabeza me duele.

- Vale.

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Volvemos a estar en esta habitación. Cielos... sigue siendo azul.

- Ahora pregunta.

Me sorprende la fuerza y decisión que pone en sus palabras.

- Todo sobre tí.

- ¿Todo? ¿Incluso mis noches con chicas? -ruedo los ojos y bajo la cabeza. El suelta una riasa forzada y se sienta. Sus piernas dobladas y los codos apoyados en estas, sus manos juegan entre ellas.- Todo... será mejor que te sientes. Pero prometeme que esto no saldrá nunca de aquí.

Trago fuerte, preparada para cualquier información, absorver todo lo que me diga.

- Prometido.

Aww lectores... TENGO EL PELO FUCSIA!! conocen un personaje de dibujos para niños que se llama 'Tarta de fresa'? Como ella xD estoy feliz...

u.u No duraré mucho tiempo así. Pero aquí os dejo otro capítulo.
Me han "suplicado" que siga con esto y como yo no suelo dejar las cosas a medias.. ¡ACÁ ESTÁ!

¿Os gusta? Besos (*--*)/