Grita y llora, será suficiente.

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Me lo pienso dos veces antes de dirijirme a Arch. Mejor que esperes a la hora. No servirá de nada discutir fuera de plazo. Camino por los lindes del bosque, siempre fuera del límite de cambio de ciudad. Sé que Lars no tenía permitido decirme nada pero podría habermelo contado... ¿No confía lo suficiente en mi?

Me siento cansada, no dormi lo suficiente. ¿En verdad crees que es solo por eso? Espero a que llege la hora. Miro a los árboles y pienso en mi madre. Aún recuerdo el olor a pino, mezclado con la humedad y con los olores que traía la brisa bajo su manto. Recuerdo mis pequeños pasos hacia la muerte de ella, lenta... suave. Recuerdo su cuerpo inerte. Recuerdo tantas cosas...

-¿Oye, estás bien?

Me sobresalto. Todos tienen la mania de asustarme. Creo que atraigo a la gente con un cartel deslumbrante que dice "distraida". No quiero darme la vuelta. Sigo enfadada con él, aún que no tenga motivos suficientes.

-Perfectamente, ¿Por qué?- contesto con voz ronca.

-Estas llorando- Lars hacerca más a mí y puedo captar un olor dulce... cóco... saca un pañuelo de su bolsillo derecho del vaquero y me limpia con cuidado las mejillas. No me puedo creer que no me diera cuenta-. Estoy bien.

-Tus ojos no me dicen eso.

-¿Y que dicen entonces? Te llamaré el susurrador de miradas.

-Estas enfadada.

-Ui...- pongo las manos en mi cara, abro la boca, y pongo los ojos en blanco en un triste intento de parecerme a "El grito" de Eduard Much* (imagen)-.No me digas,¿Enserio estoy enfadada? Gran novedad... ¿Con quién? Tú - le señalo con mi dedo- lo deverías de saber.

Le miro a los ojos y estes se enfocan en mi. Capaz de desnudar capa tras capa de mi piel y dejar al descubierto todo lo que llevo dentro. Como un libro abierto solo para él. Pretendo apartar mi mirada, pero es un desafío y yo no voy a perder.

- No me dejaban decirte nada. Querían saber si eras de confianza.

- Eso no impidió que me lo dijeras ayer. ¿Sabes lo culpable que me siento al no poder contarselo a Luise?

- Como si yo no supiera como es eso. Ese tipo de sentimientos no son devmi incumbencia, no es mi problema en absoluto.

Mi enfado va a mayor. Tengo ganas de propinarle un buen derechazo.

- ¿Entonces? Explicame que es de tu inumbencia.

-Tú.

No, esa palabra para mi no existe... no para referirse a mi en ningún plano parecido a lo 'más que amigos'. No aparta su vista de mí. Sus ojos se vuelven oscuros...temo que me hará daño. No es la primera vez que alguien me mira de esa forma y me... rompe.

Se queda callado... pero quiere decir algo más...- no quiero que pongas en peligro la misión. Me dejé detener por algo. No quiero que esto se desmorone porque una sencilla secretaria- escupe la palabra como si fuera algo sucio, un mal trabajo o un mal puesto- tenga más acercamiento al hombre que gobierna todo nuestra nación.

Me quedo callada. Sé que tiene razón. Que aquí no pinto nada. Siento que devería de decirle algo, discutírselo... o pegarle una bofetada o algo... pero no, me quedo en silencio. Desvio mi mirada de la suya y tengo miedo a llorar. A que vea como me culpo. A que vea como soy yo de verdad. La chica que es tímida pero aún así coge confianza demasiado rápido, la chica que deja que alguien se meta en su corazón y lo rompa...

-Vale.

Eo único que digo antes de mirar mi reloj. Son las once menos cuarto, será mejor que vaya llendo al lugar de encuentro.

Me levanto, todavía sin mirarle y comienzo a caminar. Lars me sigue en silencio, a cierta distacia de mí.

**************************

- Lars, ¿tambíen vendrás con ella a partir de ahora?

-Si Daniel. La mantendré vigilada.

Así que nuestro jefe se llama Daniel...

-Me parece una idea estupenda. Lilith...

- Prefiero que me llame Lil.- Le digo lo más segura y seria que puedo aparentar.

- De acuerdo. Lil, comencemos a mostrarte todo nuestro trabajo.

Le sigo por un pasillo interminable que abre paso a una sala enorme...¿Segura que es aquí donde quieres estar? me digo a mi misma. Si... aquí es en donde quiero luchar.

Hola:) teneis que perdonarme... no estoy de mucho animo, pero no quiero dejar mi historia (que se puede mmejorar) abandonada. No sería justo. Comenten y voten pequeñas personitas:3 ♥

* El estado anímico del artista queda reflejado en estas líneas, que Munch escribe en su diario hacia 1892:

Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.

Un día sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora