Capítulo 0

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Bakugou tal vez no estaba muy feliz de saber cuál era su segundo género. Vamos, que esto parecía una muy mala broma por parte de algún ser "superior" que quería joderle solo por estar aburrido.

Gracias a los supresores e inhibidores podía mantener un ritmo de vida normal, los parches en su cuello hacían desaparecer casi por completo su aroma lo cual ayudaba a alejar a los curiosos.

Las clases sobre la anatomía y cuidado del cuerpo eran obligatorias, el uso correcto de supresores era muy importante para evitar accidentes que iban desde ataques por parte de alfas hasta una intoxicación. Además de que se habla sobre los lazos o uniones que no puedes tomar a la ligera, que quieras o no, estos pueden traerte consecuencias. También se hace mención sobre los predestinados, aquellos del 15% de la población con suerte que logran encontrar a su alma gemela. Pero esto último no era nada del interés de Katsuki. Que en su mente la idea de volverse la pertenencia de alguien no era para nada atractiva.

La fama de los Omegas era de un físico frágil, un cuerpo delgado y con curvas pronunciadas, ese era la imagen perfecta, todo un estereotipo creado de la televisión, revistas y películas. Cosa que obviamente no todos cumplían, hay variedad de cuerpos y personalidades, no todos pueden cumplir con un estándar como ese; y Bakugou no era la excepción, él había trabajado sus músculos, los había desarrollado muy bien para tener una buena resistencia física, pero no podemos negar su belleza atrayente. Cabellos de un tono rubio cenizo, una piel clara y sorpresivamente tersa, ojos rubí llamativos, una cintura pronunciada al igual que un buen trasero y un carácter explosivo... Era perfecto.

Todo parecía ir bien. Sus calificaciones eran buenas, siempre obtenía buenos resultados en sus pruebas físicas y nadie podía negar que se convertiría en un gran héroe. Entonces ya que todo parecía estar de su lado y la suerte era su amiga, está le dio un "regalo" más valioso, según ella, algo que la verdad no pedía, su predestinado...


















✶⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊶⊷✶

Endeavor andaba por los pasillos de la UA, había sido invitado junto a otros héroes importantes para dar una plática sobre su vida profesional y el como habían llegado a la posición en la que estaban.

Él era un Alfa muy conocido por su aspecto amenazador e imponente, era difícil el poder acercarse para entrevistarle o para tan siquiera pedirle fotos o autógrafos. Una vida hecha a su manera logrando las cosas con su fuerte carácter. Si le preguntarán qué es lo que espera obtener en este punto de su vida, sería mejorar la relación con sus hijos y obtener el primer lugar en el top de los héroes. Solo necesita eso.

Entonces cuando iba cruzando por aquel pasillo encontrándose con aquellos rubí y sintiendo su lobo interior aullar; entendió que lo único que nunca había logrado y pensó nunca lograr estaba de pie frente a él. Tantos años para que al final su predestinado apareciera de manera espontanea.

- Maldición - el menor llevo su mano a su nariz al sentir el fuerte aroma a Alfa.

Enji no lo había hecho a propósito, el que su aroma empezará a envolver aquel lugar era por instinto. Su lobo había encontrado a su pareja, era obvio que quisiera tenerle aún cuando su lado racional no lo quisiera así. Las feromonas salían disparadas como una señal de que él estaba ahí, que al fin lo encontraba.

Los aromas se intensificaron en ambos. Bakugou comenzaba a sentirse mareado mientras que Enji sintió crecer sus colmillos. Si no hacia algo esto podía terminar mal. Vio como el chico tiraba la mochila de su hombro al suelo abriendo el cierre con fuerza y buscando dentro, sacando una caja de pastillas con las manos temblorosas e intentando abrir el paquete. Todo esto bajo la mirada estupefacta del hombre.

La acción del omega le sorprendía, no podía creer que tuviera la suficiente fuerza para moverse y continuar con su consciencia racional. No es por rebajar o encasillar a los Omegas, pero en cualquier otra situación esto hubiera tomado un camino mas instintivo y animal donde se dejaría llevar. Aun así Enji nunca había creído en los típicos cuentos de los Alfas abusadores, cuentos que usaban como declaraciones cuando eran juzgados como acosadores, violadores o hasta algunas veces asesinos. Donde en sus declaraciones siempre decían las mismas palabras "su instinto era mas fuerte" Que un Omega en celo era imposible de ignorar, que un Omega siempre tendría la culpa de ser atacado. No les creía, porque él había logrado mas de una vez el no poner una mano encima de un Omega en celo que intentaba amarrarlo a base de un fingido abuso para así ganar fama y dinero.

Pero ahora entendía que las feromonas por celo de cualquier Alfa u Omega no tenían comparación con las feromonas de celo de la pareja destinada. La atracción era tan inimaginable como el delicioso aroma que este podía desprender. Aún así logro mantenerse cuerdo. Dio un par de pasos hacía atrás necesitando alejarse. Puede que no fuera tan correcto dejarlo en ese estado donde cualquiera que le hallará podría atacarle, pero creía que era mejor a que terminara por marcarlo a la fuerza y sin consentimiento.

Cuando pudo alejarse apenas unos metros, sintió como si en cualquier momento regresaría corriendo. Sus colmillos picaban. Su lobo aullaba. Todo en él experimentaba nuevas sensaciones.

Pudo haber sido suerte, pero vio venir al héroe nocturno. Sabía que era profesor de la clase de su hijo porque había escuchado un par de veces su nombre en casa cuando los hermanos conversaban durante la cena.

Llamo su atención y le explicó lo mas rápido que pudo la situación. No fue sorpresa que Aizawa haya salido corriendo al solo escuchar "celo" y "Bakugou" en la misma oración.



















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Un comentario de motivación a su autor, aquí por favor XD 💙

Y si hay quejas... Pues ya que, aquí las pueden dar jajajajaja

¿Destinados?  (Endeavor x Bakugou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora