Aún no puedo creerlo. Hablo de que, hacia tan solo dos semanas estabas a mi lado, tu radiante sonrisa podría iluminar toda la ciudad. Te gustaba tomarme del brazo cuando caminábamos por la calle, yo era bastante afortunado de escuchar tus conciertos de piano en casa.
¿Por qué tuvo que pasar esto? ¿Por qué de esta manera? Debí atender la corazonada que sentí cuando besé tu mejilla antes de dejarte ir en aquel avión, pero no había nada qué temer en aquel entonces.
Me siento enojado, estoy frustrado. Me niego a vivir una vida sin ti, ¿cómo podría simplemente ignorarlo? Me amaste incluso antes de nacer.
He escogido una de mis fotos favoritas, aunque a ti no te agradaba de la misma manera, pero pienso que es preciosa, es tan natural, sencilla, pero eso no la hace menos sublime. Padre no ha podido estar aquí, no tiene el suficiente valor para sobrellevarlo al menos hoy.
Duele. Sé que a él también, pero ¿no sería mejor cargarlo juntos?
—Viejo... —me giré de mi lugar, apreciando a mi amigo que aguardaba con una sonrisa apacible y una palmada reconfortante—. Lo siento mucho.
—Gracias, amigo —respondí en el abrazo.
Solo sería una noche en la que todas estas personas estarían aquí y después solo quedaríamos padre y yo. De alguna manera creo que he sido afortunado de poder haberla encontrado, aún cuando eso costara mucho más de lo pensado. Darle una digna despedida es todo lo que me queda por hacer, ya que no tengo más qué ofrecerle.
Algunas personas pierden a su madre cuando son niños, otros no tienen la fortuna de ver su rostro y poder tocarlo, escuchar su voz y detener tu llanto.
Creo que mi madre tuvo una buena vida, creo que la amé como una mujer espera de sus hijos, y espero, realmente espero desde el fondo de mi corazón, que ella haya encontrado algo de paz, si es posible.
Son las tres de la madrugada, tal vez cierre por un momento los ojos y cuando los abra, esté el sol otra vez.
Estaba en aquella sala de espera. He leído cada uno de los cuadros y títulos que existen y me he inventado otros tantos solo para perder el tiempo. Decidimos cremar tu cuerpo, para no dejar rastro de tu doliente cuerpo al final, tal vez después busque algún peñasco para de él soltar lo que un pequeño cajón nunca volverá a ser. ¿Cómo va aquél dicho? "Del polvo venimos y al polvo volveremos..."
—¿Luka? —pregunté al verle entrar repentinamente al crematorio. Estaba agitado y sostenía una carpeta en su mano—. ¿Todo bien? —pregunté al ponerme de pie y avanzar hacia a él con inquietud, como si su energía se contagiara con facilidad.
—Adrien, qué bueno que te encuentro —respondió tomando finalmente algo de aire. Miró a los lados inspeccionando cada ser que nos rodeaba en aquel momento y juzgándolo a decir por su mirada—. Escucha, tengo algo que decirte y puede que suene peligroso, pero...
—Habla ya, hombre. ¿Qué te traes entre manos? —pregunté ansioso.
Lo sobre pensó, ¿en serio dudaba de contarme habiendo llegado tan lejos?
—Mira, creo que... tu mamá fue asesinada, creo que no tuvo un accidente, más bien, creo que le ocasionaron un accidente.
No entendí de gana lo que me dijo así que volví a preguntar: — Disculpa, ¿qué dices?
Me tomó del brazo y haló de él para apartarnos aún más de la soledad y como si no hubiera sido suficiente su bajo tono de voz, comenzó a susurrar.
—Mira, no hagas que me arrepienta de decirte esto —dijo— pero creo que tu madre no se ha suicidado, más bien, creo que la mataron, Adrien.
No sé explicar la serie de sentimientos que vinieron en tumultos a mi interior, no era una alegría entera, porque ¿quién podría alegrarse de saber que su madre había sido asesinada? Pero sin duda en mi interior sabía que ella jamás podría hacer algo como quitarse la vida.
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De carne y huesos [AU Adrinette]
Historia CortaA diferencia de muchos, ellos se han dedicado a estudiar a la muerte, no parece asustarles, en realidad es una caja llena de sorpresas. Solo un evento casual en la vida de unos médicos forenses. ***ADVERTENCIA: Esta historia podría contener descrip...