Capitulo 4

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Dharani Ferrajoli.

Si algo tenemos en común Noelle y yo, es que no tenemos historias con finales felices en cuanto el amor y relaciones de noviazgo se refieren. Ninguna de las dos ha tenido buenas experiencias con chicos y hemos sufrido de una u otra manera a causa de un chico, somos universitarias y a diferencia de muchas chicas de nuestra edad, ella y yo no tenemos relaciones con cada chico que se nos presente y a decir verdad son muy pocos los hombres que llegan a mostrar interés en alguna de nosotras.


―Deberías darte una oportunidad con él, no todos son iguales ―animo a la chica.


Me encuentro sentada en la cafetería de la universidad junto con Noelle. Al parecer ella no desayunó y me rogó que la acompañara para que su estómago tuviera algo que digerir, realmente no tengo inconveniente con eso, podemos aprovechar el tiempo para charlar y es justo lo que estamos haciendo.


Tal parece que el chico que nos atendió cuando fuimos al cine hace varios días la ha invitado a salir nuevamente, en su lugar yo estaría emocionada pero ella me ha dicho que no piensa aceptar esa invitación. No sería la primera vez que rechaza a un chico, desde hace poco menos de un año que ha tratado de no mantener ningún tipo de relación con chicos, y se lo ha tomado muy en serio, los únicos hombres con los que llega a hablar son los profesores y cuando sale de compras y le toca la "mala suerte" de ser atendida por alguna persona del género masculino.


Si bien tiene sus razones para querer permanecer alejada de todo lo que tenga que ver con hombres, me parece un poco extremista y hasta cierto punto ridícula la manera en que piensa, especialmente porque esos pensamientos no los tenía la Noelle del pasado.


―Sabes lo que pienso Dharani y no voy a cambiar de opinión ―sentencia ―siempre lo he dicho y siempre lo diré, todos los hombres son iguales.


Me rio en mis adentros por lo que ella acaba de decir, gran parte de eso es una mentira, como ya mencioné anteriormente, la Noelle del pasado o al menos la Noelle de hace año y medio no pensaba de esa manera y no decía ese tipo de cosas.


―Hace un año no pensabas eso ―hablo intentando ocultar la gracia que su anterior comentario me ha provocado.


―Hace un año el rubio maravilla no me había engañado ―espeta de mala gana y le da un mordisco a su grissini.

De acuerdo la conversación ha comenzado a tornarse algo incomoda, al menos para mí, sé que rumbo comenzará a tomar y prefiero evitarla pero mi boca no coopera y suelta la cosa más estúpida, según Noelle, que he dicho los últimos meses desde que le ocurrió... aquello.

―No sé si te engañó exactamente ―murmuro y aprieto mis labios rogando que no me haya escuchado.

No hace falta más que dos segundos para que ella me haga saber que no solo me ha escuchado, sino que también he provocado que se moleste aún más de lo que ya podría haber estado.

―Ay vamos, es un idiota, mujeriego que solo piensa en su estúpida obsesión por tener... —ella parece notar mi incomodidad y para de enlistar un montón de insultos hacia el chico, mi amiga respira y cierra los ojos, sin abrirlos dice lo siguiente ―lo lamento, sé que después de todo él...

―Tranquila ―no la dejo terminar y ella abre rápidamente los ojos ―sea lo que sea no estuvo bien lo que hizo —noto como su mirada se suaviza y aprovecho para incitarla a que acepte la invitación del muchacho ― ¡pero vamos! No puedes cerrarte a la idea de conocer a alguien más.

Granos de CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora