Historia de un amor (Jikook)

Capítulo 9

Por fin Jimin había llegado y lo primero que hizo fue tomar a su hijo entre brazos y darle muchos mimos, segundo lugar, saludar a Jungkook y preguntarle cómo se había portado su bebé y si necesitaba algo. El peli negro solo lo ignoro y se fue a descansar, Jimin trato de quitar esa puntazada en el pecho que había sentido al ver como su esposo pasaba de él.

Dejó a su hijo durmiendo para luego entrar a la habitación con cuidado pues no quería despertar a Jungkook, se metió a bañar dejando que el agua se llevara todo el dolor que sentía por el rechazo de su esposo.

Salió envuelto con una toalla que estaba amarrada a su cintura y miró a su marido quien tenía sus ojos cerrados. Se quitó la única prenda que traía y buscó entre el armario unos bóxer que ponerse para luego sentarse en la cama y aplicar una crema para la piel.

🐰🐰

Jungkook se despertó al sentir el agua correr, sin duda, Jimin había nacido para joderle la existencia. Por Dios, ni descansar podía por su culpa, cuando abrió sus ojos se topó con una imagen que no se esperaba, el cuerpo desnudo de Jimin estaba frente a él.

Sus piernas blancas, delineadas y torneadas, esos muslos y su trasero, ¡Joder! Que trasero, grande, redondo y podría jurar que era suave, vio como este se ponía la ropa interior y se daba vuelta por lo que se vio forzado a hacerse el dormido, sintió la cama hundirse ya que Jimin estaba a su lado aplicando crema en sus piernas por lo que pudo ver. No supo porque, pero de un momento a otro tomó a Jimin de los hombros sorprendiéndolo y acercó su boca a la suya.

Se movió sobre los labios del contrario de manera salvaje, mordiendo levemente el labio interior de este, Jimin soltó un pequeño gemido y el peli negro aprovecho para meter su lengua y explorar la cavidad bucal del contrario.

Sin romper el beso lo tomó de la cintura y se puso sobre él. Con su mano derecha acariciaba los muslos y el trasero de su esposo, mientras que la mano izquierda la tenía por debajo de la cabeza de Jimin con la única función de acercarlo más a su boca. Se separó por la falta de oxígeno en sus pulmones dejando como unión un hilo de saliva.

-Jung... Kookie ahhh-. Dijo Jimin quien soltó un gemido al sentir la mano de su esposo bajo el bóxer.

¿Autocontrol? A la mierda.

Jungkook nuevamente arremetió contra los labios de Jimin mezclando la saliva, pero esta vez se inició una guerra de lenguas. Jimin movió sus caderas, frotándose contra Jungkook quien abandono sus labios para bajar por el cuello del contrario, dejando un camino de saliva y con su mano derecha buscaba la entrada de Jimin para comenzar a introducir un dedo.

-Ahhhh-. Jimin apretó con sus manos los hombros de su esposo. -Duele, amor-. Se quejó el chico, pero Jungkook lo ignoro y comenzó a moverlo dentro del menor con más rapidez ocasionando que el de baja estatura soltara más gemidos productos del dolor pero que a medida que sus miembros se rozaban se volvía más placentero.

Todo era perfecto, todo era mágico pero el sonido del telefono interrumpió el momento.

-Amor, me están llamando-. Dijo Jimin mientras que a Jungkook le importaba en lo más mínimo y seguía besándolo y frotándose contra él y su amigo asiéndole notar como lo tenía de duro mientras introducía otro dedo en el interior. El celular dejo de sonar y Jimin volvió a concentrarse en el hombre sobre él pero no paso ni un minuto y el puto teléfono volvió a sonar.

-Puede ser importante-. Jimin trataba de convencer al pelinegro de dejarlo ir.

-No lo es-. Jungkook apretaba el trasero de Jimin y comenzó a jugar con los pezones de Jimin: lamia, chupaba y mordía mientras que el otro lo pellizcaba levemente.

-ahhhhh, Ko..kookie-. Jimin se concentraba en las sensaciones que lo hacía sentir Jungkook pero nuevamente el celular sonó.

Jungkook se separó enojado, tomó el celular de Jimin y vio quien era el imbécil que llamaba.

Nam Hyung

Llamando...

Jimin se acercó con su rostro sonrojado. Mientras el peli negro miraba la pantalla molesto ¿Quién mierda era Nam Hyung?

-Un tal "Nam Hyung" te llama. Contesta, debe ser importante-. Su voz no pudo dejar de sonar molesta. Le pasó el celular y entró al baño pegando un portazo.

Dejando a un Jimin desconcertado, triste y caliente.

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