Midnight love | Five Hargreeves ✔

2

***

Hoy era el día en el que se cerraba otro año escolar, todos se iban de fiesta y se emborrachaban hasta caer rendidos, y a mí me tocaba quedarme en casa. Pero aunque yo no pude hacer nada de eso, me sentía la chica más afortunada del mundo. Mi padre me había regalado una guitarra, para ser más precisos, la guitarra de mi madre. Y la mejor manera de agradecérselo, era estrenándola. Así que tenía pensado ir a tocarla esa noche a la estación del tren.

El sol ya se había marchado, eso significaba que yo ya podía salir a la calle. Bajé al estudio de fotografías de mi padre para pedirle permiso. Y me lo encontré colgando unas fotografías que me sacó esa misma mañana. En ellas salía vestida para la graduación, tirando todos los libros por los aires o saltando en la cama.

—Esa es buena —dije señalando una foto mía tocando la guitarra.

—Mmm... hay algo extraño en esta parte —señaló mi cara y yo le di un golpe en el brazo.

—Oye, que no soy tan fea —los dos empezamos a reír.

Amaba pasar tiempo con mi padre, lo consideraba cómo el mejor amigo que nunca tuve.

—Papá, me preguntaba si... podría ir a estrenar la hermosa guitarra esta noche a la estación —pregunté poniendo una mueca de súplica.

Mi padre dejó de colgar las fotos, me miró y seguido miró su reloj.

—10 de la noche —habló—. ¿No puedes invitar a Charli y tocas para nosotros...? —lo interrumpí.

—Papá, Charli está con su familia. Y yo amo tocar para ti, de verdad, pero también me gusta que otras personas me escuchen y... no puedo esperar a estrenar la guitarra de mamá en la estación del tren. ¡Por favor! Fredd, me cuidará. Además hoy se ha acabado el curso escolar ¡Hoy papá, hoy! No puedo llegar un poco más tarde, ¿solo por hoy?

Parece que dudaba, me miró directamente a los ojos y volvió su vista al reloj. Finalmente clavó su vista en el suelo y me respondió.

—De acuerdo —acabó diciendo—. Tienes una hora más, es decir medianoche ¿me has escuchado? —le respondí con un abrazo—. Importante, escríbeme justo cuándo llegues allí o sino llamaré a Fredd y te iré a buscar. Y créeme que si te voy a buscar haré que pases una vergüenza que jamás olvidarás, me oyes ¡jamás!

—Tranquilo, te avisaré —chillé saliendo del estudio.

ººº

Narra Cinco Hargreeves

Estaba con todos mis hermanos en el salón, había sido un día muy duro para todos. Papá estaba enfadado por algún motivo desconocido para nosotros y había duplicado las horas de nuestro entrenamiento diario, dejándonos exhaustos. Mis hermanos estaban junto a la chimenea charlando de algo, mientras que yo estaba apartado de ellos, sentado en el suelo con la pared apoyada en la estantería de libros. Mi hermano Klaus se separó del grupo y caminó hasta sentarse a mi lado.

—Oye, no hagas eso —dijo mirándome de reojo.

—¿Hacer qué? —pregunté.

—Apartarte de todos nosotros porqué te crees mejor —explicó—. Mira Cinco, se que papá es un capullo y todo lo que tú quieras, pero por su carácter o forma de ser no te tienes que alejar de nosotros. Somos tu familia y siempre lo seremos —me dio un golpe en el hombro.

—Que quede una cosa clara, no me creo mejor que vosotros. Soy mejor que vosotros Número Cuatro —respondí seco.

—¿Acaso crees que no sé que cada noche subes a la azotea a hacer algo? —respondió burlón.