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Luther subió el volumen de la música y todos los Hargreeves empezaron a bailar. Yo solo estaba quieta en mi lugar, algo incómoda mientras miraba las estrellas, que esa noche estaban hermosas. Allison se acercó para hablarme.

—¿Estás bien? —preguntó la morena.

—Sí, solo que se siente extraño. Nunca antes había estado en una fiesta —admití apenada.

—¿Y eso? 

—Mi padre es... muy protector.

—Tú amiga Charli es muy agradable.

—Sí, es la mejor.

—¿Desde cuándo se conocen?

—No lo sé, desde... ¿toda la vida? —dije subiendo los hombros. A Charli la conocía desde hace tanto que no sabía exactamente a que edad comenzamos a hablar.

De repente se unieron a nuestra conversación Ben y Klaus, distrayéndome y haciéndome perder de vista a Cinco.

—¿_____ verdad? —asentí—. Has logrado que Cinco quiera estar en una fiesta —dijo Ben riendo.

—Y has conseguido que haga una mueca parecida a una sonrisa —añadió Klaus medio borracho.

Cinco se acercó a nosotros para hablar conmigo.

—¡Aquí estás Cincooo! --chilló borracho su hermano—. ¿Me pones más bebidaa hermanitoo? —Cinco negó.

—Oh, qué lástima. Estaba apunto de llevar a _____ a conocer la casa —me tomó de la mano y nos alejamos un poco de ellos.

—¿Has visto a Charli? 

—No la veo desde que se ha ido con Diego.

—¿Tu crees que...? —ambos negamos rápidamente y empezamos a reír.

Estar con Cinco de alguna manera me hacia sentir tranquila y segura. El hecho de que él no supusiese de mi enfermedad hacia que las cosas fuesen más sencillas. Y eso mismo pensaba el chico, pero este respecto a sus poderes.

—Hola, hola —dijeron Charli y Diego a la vez—. Hay que hidratarse —dice el chico pasando dos botellas de agua.

—Gracias —sonreí.

Y los dos se marcharon dejándonos solos a Cinco y a mi.

—¿No te parecía que estaban demasiado contentos? 

—Eso mismo iba a preguntar.

Los dos chicos se pusieron a mirar cómo los demás adolescentes presentes en la fiesta, bebían alcohol, bailaban y cantaban de manera ridícula. 

—Estas fiestas solo las he visto en la tele. En series o películas, nunca antes había estado en una.

—Entonces tienes que hacer esto, ven —Cinco me cogió de la mano y me llevó al centro, dónde todos estaban bailando.

—No, me niego. Soy un desastre —dije riendo.

—Tranquila, es algo similar a lo que hacen Vanya y Ben —los señaló, se veían tan bien bailando juntos que me asusté un poco al pensar que yo tenía que hacer algo parecido—. Tan solo nos tenemos que tomar así —dijo poniendo sus dos manos en mi cintura y yo en su cuello—. Y movernos ridículamente al ritmo de la música.

—¿Lo estoy haciendo? —pregunté algo avergonzada.

—Lo estamos —respondió sonriendo.

Ambos continuamos bailando y sonriendo. Inconscientemente a cada momento nuestros rostros empezaban a acercarse lentamente, y cada vez la distancia que nos separaba era menor. Notaba la respiración cada vez más agitada de Cinco y lo miraba directamente a sus ojos, a sus verdes ojos que me habían dejado hipnotizada.

—¡ESTA ES LA MEJOR NOCHE DE MI VIDAAA! —chilló Luther saliendo de algún rincón de la azotea, llamando la atención de todos, provocando algunas risas y haciendo que Cinco y yo nos separásemos.

—Ay por dios —dije soltando una risa mientras miraba a Luther.

—¿Quieres ir a otro sitio? —llamó mi atención Cinco.

—Sí —accedí mirándolo a los ojos.

Midnight love | Five Hargreeves ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora