Capítulo 7: ties

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Si había algo que Taehyung no se esperaba ese día, era esa visita.

Sus ojos se abrieron en grande y su boca formó una perfecta "o" debido a la impresión de tener frente a su puerta a esta persona.

Kim Sunje

Su madre.

Había pasado menos de una década desde la última vez que la vio y Taehyung juraría que se sentía como un siglo. Sobre todo, por el aspecto avejentado y un tanto enfermizo que la mujer presentaba. Su rostro pálido, su contextura delgada y su largo cabello negro que hacía resaltar una pequeña cantidad de canas.

– Hola, Taehyung – su voz seguía teniendo ese tono hosco y frio que hacía al antiguo Taehyung encogerse – ¿Puedo pasar?

El pelinegro seguía pasmado sosteniendo la puerta abierta, no podía pensar en otra cosa que no sean maneras de zafarse de esta situación.

No quería estar ahí.

– Papá no está en casa – él mismo se sorprendió de su tono de voz. Firme, frio, tajante – Puede buscarlo en la panadería del pueblo o volver cuando él se encuentre.

Iba a cerrar nuevamente la puerta cuando la débil mano de su madre tomó su muñeca.

Ya no estaba esa fuerza excesiva, ese apretón de advertencia y Tae notó algo que no hubiera sido capaz de saber de no estar en esta situación. Tampoco estaba ya ese temor dentro de él.

– De hecho, vengo a hablar contigo, hijo.

Hijo.

¿Existía algún derecho que le permitiera seguir llamándole así?

La respuesta era no.

Había pasado el suficiente tiempo para que Taehyung eliminara cualquier lazo afectivo hacia ella. La sangre no era suficiente para retomarlo.

– No me llame así – movió su mano del agarre con delicadeza – No hay nada que hablar, dejó sus puntos de vista claros la última vez que nos vimos. Por favor retírese.

– Por favor, necesito hablar contigo, será solo un momento – habló en un tono más amable.

Después de meditarlo un minuto, Taehyung decidió dejarla pasar. Se dirigieron a la sala principal de la casa a unos metros de la cocina, donde Tae sabía estaba Jimin, esperándolo para desayunar. Y es que era bastante temprano, no había pasado ni una hora desde que ambos chicos se levantaron, luego de que Jimin pasara la noche en su casa.

– Tome asiento y espéreme aquí, por favor.

Se dio media vuelta e ingreso a la cocina donde vio a su primo con una taza de café mirándolo expectante.

– ¿Quién ha venido?

– Mi madre – dijo en tono neutro. Apoyo su cadera en la isla de la cocina y cruzó los brazos sobre su pecho viendo como la expresión de Jimin se convertía en una de sorpresa absoluta – dice que quiere hablar conmigo – respondió antes de que la obvia pregunta fuera hecha – le daré unos minutos.

– Tata, sabes que si no quieres hablar con ella no tienes que hacerlo ¿verdad?

– Lo sé, Mimi, solo quiero que no me vuelva a molestar y para eso necesito que diga todo lo que tiene que decir.

Jimin se acercó y lo apretó entre sus brazos dejando un beso en su mejilla.

– Cierra ese ciclo y después ven a desayunar conmigo ¿sí?

Unos minutos más le tomo a Taehyung volver a la sala donde su madre se encontraba sentada, a la espera de algo que él no terminaba de comprender.

The Destiny Of the Moon (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora