Capítulo 8: Destiny

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Capítulo más largo de lo habitual.

El silencio reinaba en la humilde vivienda de los Kim. Se podía apreciar solo las respiraciones algo nerviosas de los dos jóvenes que ahora se encontraban sentados uno al lado del otro.

Cada uno mantenía la mirada en algún lugar de la casa, con las mejillas rojas y las manos sudorosas, evitando el contacto de sus ojos cada vez que estos chocaban.

Para ambos era abrumador no estar tocándose o en un mejor caso, besándose. Pero estaban tan avergonzados.

– ¿Q-quieres café? – se atrevió a hablar Taehyung ya no soportando la tensión en el lugar – ¿O algo más?

– Un té estaría bien, por favor – contestó aún sin atreverse a mirarlo.

Luego de que Taehyung pusiera ambas tazas en la mesa de la cocina e invitara a Jungkook a sentarse, el pelinegro decidió que ya era suficiente.

– Jungkook – dijo firme. Sobresaltando de paso al castaño – sé que quizás pudiste malinterpretar lo que dije, pero no era mi intención que sonara así – las mejillas del menor volvieron a su tonalidad sonrosada mientras lo escuchaba – solo quería hacerte saber que me gustaría que te quedaras hoy y pasar más tiempo juntos.

Taehyung bajó la mirada a su taza de té mientras hacia un puchero que, a los ojos del menor, fue el gesto más lindo del mundo.

Y fue ese simple mohín el que ayudó a sus nervios disminuir y poder centrarse más en el chico que tenía en frente.

Y es que tenía razón, debían aprovechar el tiempo juntos. No se veían muy seguido, por lo menos no tanto como les gustaría.

Aunque Jungkook esperaba poder cambiar eso.

Y eso hiso que recordara la razón de su visita.

– Tienes razón, hyung – tomó sus manos haciendo que su mayor levante la mirada hacia él – de hecho, he venido para comentarte algo. Y para verte también.

Y no era mentira. Jungkook había tenido en mente desde un tiempo el ir a visitar a su hyung, pero no había encontrado una oportunidad para ello. Hasta hoy.

Mientras el tiempo pasaba y sus encuentros se volvían un poco más frecuentes, sus sentimientos incrementaron, las sensaciones al tocarse se quedaban grabadas como tatuajes en la piel.

Habían caído el uno por el otro.

Y no pretendían salir de ahí. No separados.

– Bueno, ahora que ya me viste ¿me contarás que te trajo por acá? – la sonrisa en su rostro permanecía intacta, motivada por lo halagado que se sentía con la visita de su castañito.

Jungkook le contó de forma resumida lo que pasó después de su cita el día anterior, terminando en la visita que le había hecho a su noona, en la cual ella le comentó de la gran ciudad.

– Am, Jungkookie, intento descifrar adonde quieres llegar, pero no entiendo – puchereo ante el menor para que le explicara mejor.

– Hyung, en Seúl, noona encontró a su destinado, ella es una hija de la luna, como yo – se veía realmente emocionado relatando esa historia, y eso era algo que confundió al mayor, ya que él creía que a Jungkook no le gustaba eso de ser hijo de la Luna – pero ellos decidieron no estar juntos y hacer su vida como cada uno deseara – terminó de contar con más emoción que antes.

Taehyung estaba pasmado, si bien él era un defensor de que cada persona debía elegir como y con quien vivir su vida, sí era consciente del proceso por el que pasaban los elegidos de la Luna al rechazar a sus destinados.

The Destiny Of the Moon (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora