Estaba frito.
Completamente frito.
Jungkook sabía que se le estaba olvidando algo ese día, en su memoria tenía la voz de su madre recordándole una y otra vez tal cosa y que no se le olvidase, pero lo hizo, y no recordó que era hasta que se despidió de Taehyung y estaba de camino a casa.
La cena en casa de los Kang.
Su madre le recordó toda la semana la importancia de esa cena. La cena oficial de compromiso. Semana y media antes de la dichosa boda.
Jungkook no le encontró sentido cuando su madre anuncio tal... Evento. Para él no era necesario, todo el pueblo sabía de ello desde que él reconoció a su alma gemela en la – en ese entonces – pequeña Kang, su misma madre fue quien divulgó la noticia.
Aun así, Jungkook solo asintió y decidió complacerla en cada reunión o evento que realizaba, por muy poco entusiasmado que estuviera. Pero este en particular, le entusiasmaba mucho menos que los demás.
No había vuelto a visitar a Seulgi después de su – no tan – pequeña discordia. Y su madre por supuesto que lo había notado, haciendo preguntas y recriminándole el por qué no iba a visitar a su futura esposa.
Estaba agotado. Eso quería decirle.
Como le explicaba a su madre que él prefería estar ayudando a su padre en la biblioteca o en el lago junto a su revoltoso pelinegro. Sobre todo, ese día, cuando se cumplía un mes desde... Lo que sea que tuvieran.
Seguro le daba el patatús.
Tal como el que estaba a punto de darle al no ver ni rastros de su hijo por ningún rincón del pueblo. Ya debían entrar a casa de los Kang y no sabía que excusa darles por la ausencia del castaño.
Jungkook apresuró sus pasos por el bosque, aunque sabía que ya era demasiado tarde. Solo esperaba que su madre no lo asesinara.
Pero claro que lo haría.
Llegó a su casa y verificó la hora, era demasiado tarde para arreglarse e ir. Prefirió quedarse ahí y esperar su sentencia.
Fue dos horas después, cuando ya se había alimentado y dado un baño, intentado encontrar una excusa coherente para sus padres, que escuchó la puerta de su casa abrirse.
Habían regresado.
Vio entrar a la sala donde se encontraba primero a su padre, quien lo miró con pena, temiendo lo que iba a pasar. Su madre apareció detrás unos segundos después y con solo notar su presencia mostró un semblante que hizo a las piernas de Jungkook tiritar.
– ¡¿Se puede saber dónde diablos estabas?! – no se molestó en ocultar su tono enojado. Con el ceño fruncido y a paso decidido se acercó a Jungkook tomándolo por el brazo – Tuvimos que inventar una tonta historia con los Kang de que estabas enfermo ¿sabes la vergüenza que pasamos por tu culpa, mocoso?
Abrió sus ojos con terror ante el enojo de su madre. Y es que él nunca había tenido una gran discordia con alguno de ellos, no sabía cómo manejarlo. Aunque ya fuera un adulto de 21 años.
– Sun-Mi, déjalo – su padre tomó a la mujer por los hombros suavemente y la hizo soltar el agarre en Jungkook – Debe existir una explicación.
Claro que la había.
Pero no podía decir la verdad.
No podía decirles que se olvidó completamente de su cena por estar perdido en los labios de Kim Taehyung.
– Mamá yo-
–¿Dónde estabas?
Su mente comenzó a idear alguna excusa que sonara coherente, pero le era difícil con la mirada de su madre encima, casi parecía que ya lo sabía todo.
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The Destiny Of the Moon (KookV)
Fanfic- Sé mi destino Jeon Jungkook pudo aceptar el destino que la Luna tenía para él y convivir con las emociones artificiales que esta le regalo para amar a su compañera de vida, pero no puede evitar cuestionarse como sería una vida amando a quien él pu...