❄️ Prólogo ❄️

98 11 0
                                    

Es la primera caída de la aguanieve de abril y recorro mi camino cubierta bajo mi paraguas transparente, usando un enorme abrigo y mis botas favoritas para la temporada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es la primera caída de la aguanieve de abril y recorro mi camino cubierta bajo mi paraguas transparente, usando un enorme abrigo y mis botas favoritas para la temporada. La caminata comienza a tornarse ajetreada a medida que llego a la célebre calle donde el cielo es decorado con cientos de paraguas de colores colgantes, haciendo referencia a la práctica del lugar, esa índole tradición. Consistiendo en que al presenciar el fenómeno anual y peculiar como lo es el día de hoy, debes encontrarte con tu persona especial bajo los paraguas multicolores agarrados del meñique, mirándose fijamente, siguiendo a soltarse y comenzar a andar cada uno con su respectivo paraguas trazando su camino, su ritmo, el objetivo es desaparecer entre la multitud hasta perder el rastro. Con el objetivo en común de llegar al barandal del final del recorrido a esperar a tu persona especial donde apreciarán el lago congelado en el cual se distinguirá un tenue arcoíris, concluyendo, se tomarán de la mano, iniciando el recorrido de su nuevo destino unidos. Sin importar las distracciones, las interrupciones, debes seguir, aunque jamás debes dejar caer el paraguas ni mucho menos darle vuelta, ya que se llenará y pesará, mostrando la falta de audacia.

La creencia antiquísima se refiriere a que sin importar qué tan rígido podría parecer el recorrido, a última instancia no será de tal manera. Permanecer constante es la clave, aunque la intensa tormenta parezca interminable y aumente sin cesar, tendrá en algún momento que parar. Solamente no debes doblar tu audacia, porque al llenarte de temores, quedarás atrapado, intacto y la cuestión es no salir ileso, ser un sobreviviente, no sólo un ser viviente, para reunirte a admirar lo que te esperaba al final si decidías insistir, luchar. Un arcoíris que da la oportunidad de ser imparable, impermeable.

Lo significativo es que, aunque parece realmente sencillo, no muchas personas lograban concluir, desapareciendo el arcoíris antes de tiempo, llegando después, incluso no llegando. Dándose por vencidos antes de finalizar, alejándose o incluso no alejándose en ningún momento, la cuestión es poder trazar su propio ritmo, encontrar, hacer o deshacer su propio camino es lo fundamental porque antes de llegar a estar con alguien y compartir el momento, debes ser alguien y crear tú el momento, simplemente dejándote llevar en la incertidumbre. Incluso a pesar de seguir correctamente los pasos, no era asegurado ver el final, lo que provocaba desespero y frustración por la dedicación, aunque una importante frase se resalta en esta práctica: "Lo que es duradero no siempre es verdadero". Es por ello por lo que muchos tenían que comprobarlo, acertar, fallar, pero sobre todo intentarlo y dejarte llevar.

La tormenta es la aguanieve, la audacia es el camino que marcas bajo el paraguas, la incertidumbre es desaparecer en la multitud y la constancia no es solamente lograrlo, finalizar, es simplemente llegar al final sin temer el proceso y apreciar lo superado, no solamente lo logrado. Y así estar lo suficientemente listo para comenzar a trazar un nuevo camino, ahora en compañía.

Suspiro acomodándome la bufanda y cerrando los ojos, evitando sentir el privilegio de la nostalgia. Aunque ahora me parece algo incoherente creer en el destino, en su momento era un anhelo, el cual se ha esfumado con los años, con la adultez y enfrentar a medida la realidad. Matando la inocencia contradiciendo a la razón.

Agridulcencanto [2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora