Tienes que ser... ¿Tú?

Capítulo 5

Han pasado ya algunos días desde lo ocurrido con Josh... Si josh.

No he querido encontrarme con él, me ha buscado pero lo eh logrado evadir.

El domingo inmediatamente llame a Dan intentanto desahogarme con ella; aunque claro, no es lo mismo, la necesito físicamente aquí. Bueno ya falta poco para que llegue, pues hoy es miercoles por la tarde.

Estoy en la terraza de mi recámara leyendo un poco. Logró de esa manera despejar mi mente de la vida real y de los sentimientos confusos.

De un momento a otro me pierdo y pienso en el besó que Josh me dio; no niego que me gustó, pero tampoco puedo negar que es algo que no esperaba.

No se que pensar, que sentir, que decirle, me siento mal y siento que no está bien; aunque Dan me dijo que si me habia gustado entonces ¿cuál era el problema? Y el problema era Will.

Si ya se que el ya no está, pero aún así me siento de alguna forma que lo estoy traicionando y eso me duele.

Unos gritos me sacan de mi ensimismamiento.

-... ¡Josh! ¡Josh! No por favor. Vendrá alguien y nos regañaran.- esa voz es de Charlotte, si claro que es ella. Yo solo me quedo quieta y callada para poder escuchar.

-Solo estamos jugando, en serio ¿estan tan amargados aquí para no permitir eso?

-Shhh callate nos pueden escuchar josh. Mejor hay que buscar algo con que secarnos porque así no podremos entrar a la casa.- Mmm Lauren, claro.

Y entonces aquí entro yo, solo quiero ver la cara que ponen al escucharme. Me levantó de la silla y voy hacia el barandal.

-¿Por qué estan tan mojados eh?- intento mostrarme enojada, aunque realmente esto me causa mucha gracia.

Las chicas inmediatamente me buscan como desesperadas con sus ojos como platos, voltean a todos lados hasta que levantan la mirada hacia la terraza. Josh no busco, supo rápidamente encontrarme y con un rostro serio.

-¡Señorita lawrence!... Nosotros... es decir... no-no queríamos... - Pobre Lauren esta toda asustada y pálida así que rápidamente respondo lo más seria que puedo.

-Vayan a cambiarse esas ropas al cuarto de servicio, pueden enfermarse.

-Si, señorita.- Y se van casi corriendo las dos, menos josh. El sigue mirándome con esa intensidad que sinceramente extrañaba.

Yo decido ignorarlo después de unos segundos y volver a lo qué estaba haciendo sin retener más mi risa.

Pasó un buen rato ahí, hasta que empieza a oscurecer y bajar la temperatura; decido ir por un abrigo pues quiero estar afuera un rato más. Abro las puertas de cristal y entro a mi recámara, enciendo la luz y alguien de nuevo entró por que hay una nota. Quien más podría ser...

Tenemos que hablar... Por favor, por favor.

Te veo a las 9:00 pm en el jardín trasero. Ya no te escondas más.

Te estaré esperando.

             J. H.

Cierro los ojos fuertemente. ¿Que haré? ¿Que haré? De que podemos hablar, no tengo de que hablar con él. No hay razon para hacerlo.

¿Querrá hablar sobre el beso? Pero, si eso tenía solo que olvidarlo y ya, no significó nada ¿verdad?

Ah quien engañó, si muero por hacerlo... Pero nunca eh hablado con él, eso me causa nervios y me hace sentir tan mal.

¿Iré o no iré?.... ¿Que hora es? Busco el rejor que esta en mi buro y son las 7:42 pm todavía tengo tiempo.

Bajo a cenar y ahi esta Key.

-Señorita, crei que ya no vendría. Iba a ir por usted.

-Tan linda usted key. Oiga ¿sabe donde esta el jardinero?

-Pues, hace un rato que se fue señorita. Termino su turnó.

-Oh, ya entiendo... Gracias key. Me podrías servir, por favor.

-Si, claro señorita. Ahora vuelvo.

Bueno no pierdo nada con ver a Josh, aun así me vería muy mala si lo dejo esperando afuera sólo y con este frío.

Ceno algo apresurada ya que estoy algo nerviosa. Al terminar le doy las gracias a Key y le digo que ya puede descansar, pues ya no necesitare sus servicios por hoy y me voy corriendo a mi recámara.

Busco un abrigo y espero recostada en mi cama, son las 8:30, ya casi lo veré... Qué hago, qué hago para calmar mis nervios, ¡Ah! Esto me tiene tan tensa y es solo Josh; me pondré a leer un poquito... Pero realmente es poquito porque ¡Ya son las 9!

Me levantó bruscamente y buscó mi abrigo, me lo pongo rápidamente y bajo corriendo voy a la puerta que da al patio trasero, pero tiene llave ¿dónde deje mis llaves?

Subo corriendo como desesperada y busco las llaves cajón por cajón y... ¡Aquí estan! Bajo otra vez corriendo y me tropiezo, ¡Ouch! Bueno, no importa abro rápidamente y no lo veo ¿dónde estará? ¿Se habrá ido? Oh ¿nisiquiera creyó que iba a venir y mejor no se arriesgó?

Caminó y me alejo cada ves más de la casa, lo cual no me gusta ya que no hay mucha luz por aquí y ahora qué hag...

-¡Hey! Por aquí señorita- siento como me toma de la muñeca y me lleva con él. Llegamos a una pequeña banca (que por cierto no recordaba que existía) nos sentamos cada quien en cada lado mirandonos de frente.

-Qué es lo que quieres josh, ¿Sobre qué querías hablar?- le digo soltandome de su agarré.

Antes de responder baja la mirada y tomá aire.

-Bueno, primero quería disculparme por exponerla al salir a estas horas de su casa señorita.- me dice alzando la mirada y por fin esa mirada tan intensa la tengo cerca.

-Y segundo, quiero disculparme por el

besó. Le juró que no se qué me pasó, pero tengo la seguridad de qué... No me arrepiento.

¡Oh por Dios! Pero que cosas dice...

-Ok, entonces si eso es todo, mejor yo ya me voy.

Es lo mejor, no quiero escuchar más. Me levanto para irme lo antes posible, ya no quiero estar aquí.

-No, por favor. No, no se vaya.- me lo pide casi con suplica por su tono de voz y me toma del hombro y no tengo mas remedio que girar para verlo nuevamente.

-No se qué ideas erróneas tenga de mí. Se que me tienes en el peor concepto, y la verdad no se por qué si no le eh dado motivos.

-Pero...

-No, escucheme por favor señorita. - Dice tomando aire, con la mirada clavada en mis ojos - No se con que tipo de personas esté acostumbrada a tratar, pero yo quiero demostrarle qué soy diferente. Se qué no pertenezco tampoco a su nivel social, pero eso es algo que, pienso yo, no es importante.

-Y todo esto ¿Ah que va?

-Quisiera si usted me lo permite, ser su amigo. Puedo notar qué aquí no tiene muchos en realidad, y un amigo no le vendría mal.- dice no muy seguro de sus palabras y con una sonrisa torcida.

¡Caray! Eso no lo vi venir, y me parece muy tierno de su parte. Lo miró con una sonrisa timida.

-Bueno, a decir verdad amigos de mi edad aquí no tengo. Y si es cierto, un amigo no me vendría mal.

-Entonces... Eso ¿es un sí?- lo dice con una sonrisa plena, sincera.

-Claro que sí. Y... ya no me llames señorita,  para mis amigos sólo soy Jenn.- y le sonrió de igual manera.

Esta noche si que ah válido la pena.

...

Nada, solo espero les agrade y blop blop blop.