Capítulo 20 (二十)

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NARRA (T/N)

Tras salir del parque de atracciones vamos a casa para que se pueden llevar las maletas que han traído con el pijama y demás y, una vez que lo tienen todo, nos despedimos. Me voy a mi cuarto y preparo una maleta para ir a casa de Hanako, aunque no es que me lleve casi nada porque allí tengo de todo. No mucho después mis padres y mi hermano llegan a casa y comemos, ya que tenemos mucha hambre.

-El tren bala que tienes que coger sale en una hora y media, y llegarás allí a media tarde. Mándanos un mensaje cuando llegues- me pide mi madre mientras comemos, haciendo que me emocione aún más.

-Me parece bien. ¿El de mañana a qué hora sale?- le pregunto, aunque esta vez es mi padre el que contesta.

-Creo que a las once, pero lo pone todo en el billete- me explica y acabamos de comer. Voy a mi cuarto para asegurarme de que lo llevo todo y me quedo hablando con Hanako bastante rato, además de ducharme, hasta que me tengo que ir de casa.

Me despido de mis padres y mi hermano y voy hacia la estación. Una vez allí busco el tren bala al que me tengo que subir y lo abordo, sentándome en el asiento que me toca. Tengo la suerte de que no me toca a nadie al lado así que puedo estar más tranquila. Durante todo el camino me dedico a jugar con la Switch y hablar por el móvil un poco con medio universo. Una vez que llego a mi parada me bajo y salgo de la estación para coger un bus hasta mi pueblo. Al llegar al municipio en cuestión me encuentro a Hanako. Ambas nos miramos con una sonrisa y nos abrazamos antes de dirigirnos a su casa.

-Cuéntame "chica de ciudad", ¿cómo te van las cosas por Tokyo?- me pregunta con una sonrisa burlona-. Parece bastante distinto al pueblo.

-Y lo es, créeme. Al principio me costó un huevo acostumbrarme a las hordas de gente de las calles, el tráfico y eso de no tener que desplazarte de la ciudad para según que cosas- le explico mientras caminamos tranquilamente en dirección a su casa-. ¿Cómo os van las cosas por aquí? ¿El club va bien?

-Va todo más o menos como siempre, aunque las chicas te echan de menos. Y puede que yo también...- dice, murmurando lo último, haciendo que yo le sonría ampliamente.

-Yo también. Sobre todo a nuestras carreras de los viernes por la tarde. Venía gente a vernos y todo- digo, recordando los viernes por la tarde en que, desde hace ya muchos años, nos quedábamos después del club para hacer carreras y ver quién nadaba más rápido. Esas pequeñas competiciones se fueron haciendo populares y algunos compañeros de clase nos venían a ver, así como a jugarse cosas a que ganaba una de las dos-. ¿Te acuerdas de aquella vez en que unos de la clase apostaron a que, si ganabas tú, se copiaban el examen de uno y, si ganaba yo, hacían chuletas?

-Como olvidarlo, fue épico. ¿Y cuando se jugaban los deberes del fin de semana? Recuerdo que, una vez, el que perdió tiró la libreta a la piscina de la indignación y luego se cagó en todo porque teníamos examen en no mucho- al recordar la escena ambas reímos ya que, ciertamente, fue muy gracioso ver al chaval en cuestión saltar la pequeña valla metálica que separa la piscina de las gradas y lanzarse con uniforme y todo a la piscina para sacar la libreta.

-Uy uy, ¿y cuando por San Valentín apostaban para ver si se declaraban o no? Ese día sí que venía medio instituto.

-Como olvidarlo. Era la famosa carrera de San Valentín. La entrenadora nos hacía de comentalista, e incluso venía gente de todo el pueblo para ver cómo acababa la cosa. Lástima que este año no ha podido ser...- esto último lo murmura, algo decaída.

-Es cierto, pero la de verano la haremos sí o sí. No podemos dejar a los pobres de la recuperación sin esperanzas de pasar de curso- no mucho después de mis palabras llegamos a su casa. Al entrar encontramos a sus padres en el sofá, los cuales se levantan para recibirnos.

Gamers [Kenma X Reader]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora