Capítulo 43 (四十三)

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NARRA KENMA

Puede que haga unos pocos días que me quedo jugando hasta muy tarde. Puede pero sin el puede. Y digamos que mi madre se ha enterado. Y que son como las cuatro casi cinco de la mañana y acaba de entrar en mi cuarto hecha una furia.

-Kozume Kenma- me llama fríamente mientras se planta entre yo y la tele. Es por ello que pongo en pausa el juego-. ¿Qué te dije de jugar hasta las tantas de la mañana?

-Que no lo hiciera o me quedaba sin consola...- murmuro sin ser capaz de mirarle.

-Entonces dame eso- extiende una mano para que le pase el mando de la Play, pero me niego. Aunque no digo nada de nada-. Kenma, el mando- suspiro un poco y, pese a que me cuesta lo suyo, se lo paso. Luego se dirige a donde está lo que es el aparato en sí y lo desenchufa.

-Oye, oye. Frena- le pido tras colocarme a su lado con una mueca.

-Ya te he dicho que me quedaba con la consola.

-¿No tienes suficiente con el mando? Sin él tampoco la puedo usar- intento que entre en razón.

-Podrías pedirle uno a (t/n)-chan o a quien sea, e incluso comprar otro. Me tengo que asegurar- se lleva ambas cosas a su cuarto y vuelve con una caja, donde empieza a meter todos los juegos y consolas viejas.

-Bueno ya- digo en un tono seco intentando tomar la caja. Literalmente me está vaciando la habitación.

-Ah no, aún no- se acerca a donde está la Switch y se la lleva también.

-Ya para- cada vez uso un tono más fuerte.

-No hasta que me lo haya llevado todo- me devuelve el tono y nos miramos desafiantemente-. Ah sí, si quieres quedar con tu novia tendrá que ser aquí en casa. Y te voy a quitar el móvil también, así que si tienes que decirle algo a alguien apáñatelas de otra manera- me quedo paralizado pensando en lo que me acaba de decir mientras sale de la habitación. Pese a eso no tarda mucho en volver y llevarse la pantalla del PC.

-Te estás pasando- mi voz se ha vuelto a penas un hilo.

-Llevo años advirtiéndote, es lo justo. Y más de lo mismo si vas a quedar con Tetsuro o quien sea, que venga a casa- se va de mi habitación cerrando la puerta tras ella, dejándome ahí plantado como un gilipollas mientras termino de asimilar los hechos.

Mi madre acaba de quitarme los videojuegos de todos los modos en los que se puede.

A mí.

Los videojuegos. Una de las cosas que más amo en este mundo y a la que prácticamente le he dedicado la vida.

No puedo jugar con mi novia a nada de nada. No podemos hacer lo que más nos gusta juntos.

Nada de videojuegos hasta que a mi madre le parezca buena idea.

Se me ha quedado la habitación prácticamente vacía. Estanterías sin nada en ellas y el mueble de la tele sin mucho más que la misma. Ya no parece mi cuarto, no me gusta.

Me tumbo en la cama bocarriba y respiro profundamente. Me empiezan a picar los ojos y más de una lágrima resbala por mis mejillas. Me las intento secar pasando las manos por las mismas, pero de poco sirve cuando los sollozos llegan a mi pecho. Me quedo tumbado, pero me termino tapando hasta arriba con la manta y mordiéndola para intentar evitar que se oigan mis sollozos.

-¿No crees que te has pasado? Creo que está llorando...- oigo que le pregunta mi padre a mi madre.

-Por supuesto que no. Si va a llorar por algo así tiene un problema- oigo que se cierra la puerta de su habitación, pero también unos pasos viniendo a la mía. Mi padre llama suavemente a la puerta y entra, haciendo que me escoda todavía más bajo las sábanas.

Gamers [Kenma X Reader]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora