0005; Aplastar.

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Un pequeño caracol se movía entre hojas. Había encontrado un paraíso, flores y plantas por doquier. Era muy feliz.

Gente iba al sitio a diario, y la caracól aprovechaba de verles. Pues, algo la motivaba a observar a los seres gigantes que tan distintos eran de ella pero tanta curiosidad le daban.

Un día, la caracol, posada en una hoja, divisó a un muchacho de cabellera negra un poco larga. Los caracoles tienen excelente memoria y sabía, que ningún otro ser humano le había causado esta necesidad de acercarse y ver su rostro.

¿Por qué? ¿Quién? Se preguntaba.

Quizá si los caracoles tuvieran sentido de la audición, sabría que no había necesidad de emocionarse así. Pues ese no era Jintan.

De todas formas, al acercarse más este chico, la caracola cayó de la hoja. Se había acercado demasiado al borde y su peso la dejó caer.

Por la alrura, su concha de fracturó. Pero nada que en dos semanas no se regenere. Es un dato conocido que los caracoles se regeneran. Pero si se les aplasta demasiado, no hay vuelta atrás.

Y así pasó, aunque fue por accidente.

El chico, que iba distraido, pisó con todo su peso al caracol que apenas estaba levantandose de su caída. Lo pisó, y siguió caminando. No se dio cuenta de que la baba del caracol quedaba en su zapato y este se pegaba en el piso, esparciendo el cuerpo por el pasillo que separaba los estantes del vivero en el que estaba.

Fue una mujer desconocida, quien le advirtió y pudo ir a limpiarse. Apenado de haber terminado con la vida del caracol.

Pero en verdad le hacía un favor a Menma.
Pues solo perdía tiempo en esa forma, y en ese país. Estaba muy lejos de su objetivo, y al morir ahora, volverá en otra forma, quizá más accesible para cumplir su cometido.

Ella no se rendirá.

Ella ha vuelto a presionar el botón, ahora con sus recuerdos humanos y en su forma caracól. Los cuales de nuevo se extinguieron al nacer, ahora, como un gato.

Reencarnation. ┊ 𝐀𝐧𝐨𝐡𝐚𝐧𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora