Una mañana, una liebre decidió visitar a alguno de sus hijos. Salió temprano, dando saltos hacia el bosque, cuando repentinamente le cayó encima una rama y le lastimo una de las patas traseras.
Aún que la magulladura no era grabé, le asalto una inquietud: al día siguiente vendrían los cazadores a los bosques y, para huir de sus perros sabuesos, ella tendría que mostrarse más despabilada y ágil que nunca. Anvanzó cojeando, y en ese momento empezó a considerar que debía hacer algo muy pronto.
-¿ Por qué un ser tan popular como yo debe huir todo el tiempo cuando tiene muchos amigos que le pueden ayudar? - se preguntó-. Esta idea es estúpida. Por fortuna, tengo excelentes compañeros que me ayudarán gustosos a salir del paso.
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La Culpa Es De La Vaca Para Niños.
PoetryUn libro muy bonito que deja muchas reflexiones para leer cuando estés aburrido y de viaje.