Juanito vidarrica era un viajero. Viaja que viaja, llegó una vez a una ciudad en la que todas las esquinas de las casas eran redondas y los techos no terminaban en punta si no en suaves curvas.
-Extraño, muy extraño - se dijo a sí mismo.
Camino por las calles y noto que las esquinas en vez de terminar en punta eran redondeadas. Luego observó un un hermoso seto de rosas y se le ocurrió ponerse una en el ojal de su chaqueta. Mientras la cortaba, puso mucha atención en no herirse con las espinas, pero en sequida descubrió que no pinchaban ; no tenían punta , parecían de goma y hacían cosquillas en la mano.
- Que raro - exclamó Juanito.
- En ese momento apareció sonriente un guardia municipal.
- ¡Joven! ¿No sabe que está prohibido cortar las rosas.
- Lo siento señor no sabía.
- Entonces solo pagará media multa - dijo el guardia con una sonrisa cordial.
Mientras escribía la multa con un lápiz sin punta, Juanito le dijo.
- Disculpe, ¿me deja ver su espada?
- ¡Como no! - dijo el guardia. Naturalmente la espada tampoco tenía punta.
- Pero ¿que clase de sitio es este? - Pregunto Juanito.
ESTÁS LEYENDO
La Culpa Es De La Vaca Para Niños.
PoesíaUn libro muy bonito que deja muchas reflexiones para leer cuando estés aburrido y de viaje.