- 𝙾 𝙲 𝙷 𝙾 -

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Jugaban animadamente los miembros en la sala, estaban a dos días de su primer comeback, ya había terminado con todos sus preparativos, estaban nerviosos por como reaccionarán sus fans, sin embargo hoy querían relajarse un rato conviviendo juntos con varios juegos, estallando en risas cada que uno perdía.

— Jay — llamó el mayor de todos — ¿Me puedes acompañar?

El asintió levantándose del lugar, el resto de los chicos voltearon a verlos esperando una explicación, Heeseung les dijo que no era nada importante calmando la curiosidad de la mayoría, se despidió de ellos sonriendo haciéndoles saber que no tardaría y regresarían rápido. Ambos salieron de la casa.

Era una noche sin estrellas, el clima era agradable, pronto llegaría la primavera. Caminaron un largo rato en silencio hasta que finalmente el mayor se animó a hablar.

— Jay, ¿Haneul está bien? — fue directo, ni siquiera lo volteó a ver.

El chico se sorprendió, no entendía el por qué meterla a la conversación, o el por qué él la mencionaba.

— Sí, está bien — contestó.

El mayor solo guardó silencio, observó como una sonrisa tonta apareció en su amigo. Se lamentó aún más lo que estaba por hacer.

— Quiero declararme a ella después de nuestro comeback — confesó finalmente — Quería hacerlo el día que debutara pero...

— Jay — interrumpió — ¿Y si no sale como esperas? Eso afectaría las promociones, seguro estarías mal.

— ¿Crees que me rechazará? — cuestionó de vuelta — No soy estúpido, sé cómo me mira, mis sentimientos son correspondidos.

Heeseung se detuvo, no le correspondía a él, no era su tarea hacerlo. Recordó su conversación con Jungwon hace unos días contando de lo que sabía acerca de la amiga del chico, y ambos había terminado por llegar a la misma conclusión.

Ya había pasado bastante tiempo desde que él había hecho su investigación, y no parecía que las cosas fueran a cambiar sin algún externo. No es que quisiera afectarlo, lo quería, y por eso mismo tenía que decirlo ahora, al final de todo, el resultado quizás sería más doloroso si lo alargaban.

— Jay — lo volvió a llamar.

Sacó su celular desbloqueado la pantalla dirigiéndose a Instagram.

[...]

Tiempo atrás ~   

Suspiró con pesadez intentado retener de todo sentimiento, su cuaderno había vuelto a ser robado, justo hoy que tenía que entregarlo al profesor. Su cabeza comenzó a dar vueltas, reprobaría la materia si no encontraba aquel cuaderno, y aquello le estaba aterrando, las cosas en casa están yendo de mal a peor. Sus papás se la pasaban gritándose todo el tiempo y no tenían tiempo para ella, ni siquiera había leído sus notas en lugares visibles donde claramente había dicho que ocupaba de su apoyo, al menos de uno siquiera, de la cuál fue completamente ignorada.

Estaba siendo intimidada en el colegio, desde hacía ya tiempo que ello había comenzado, justo cuando sus padres no le daban la más mínima atención. No podía hacer nada, había hablado ya con sus profesores un par de veces siendo ignorada  de igual manera o dando la excusa de que ocupaban hablar con sus padres para llegar a algo. Cosa que si antes que las cosas estaban más calmadas fue imposible, ahora con mayor razón. Era común que alguno ni siquiera llegará a dormir.

Salió del aula con tremendo dolor de cabeza, estaba pensando mucho, y no encontraba una solución adecuada a su actual problema, terminó por brincarse la cafetería, no tenía hambre, su situación había terminado por matar de su apetito, yéndose directamente a sentarse en una banca en soledad. Debía hacer algo cuando antes. Terminó por cerrar los ojos, incluso el sol le era molesto.

— ¿No dormiste anoche?

Haneul fue abriendo de poco en poco sus ojos para encontrarse con la fija mirada de aquel castaño que tenía por amigo. El chico le sonrió al verla despertar y por alguna razón su sonrisa provocó de un ligero sonrojo en ella.

— Me desvelé haciendo tareas — comentó.

— Siempre te desvelas por hacerlas — dijo él.

Aquello era mentira, sus desvelos no tenían que ver con lo académico, siempre fue de una alumna reconocida, o por lo menos en años anteriores. Las peleas de sus padres y su actual situación escolar le había generado de episodios de insomnio.

— Al menos las hago — bromeó.

El chico rió cortamente. Él ignoraba completamente de aquella situación.

— Soy muy buen estudiante a pesar de ser aprendiz — dijo orgulloso.

— Sigo sin creer que seas aprendiz, jamás te he visto hacer algo similar. Mucho menos que seas aprendiz en Big hit — dijo ella desviando completamente el tema.

Él borró su sonrisa.

— No vayas a andar detrás de mí cuando sea un idol — la chica rió de manera tímida — Ya no serás amiga mía por ser una no famosa.

Le fascinaba hacerlo enojar, el chico siempre había sido de muy poca paciencia y orgulloso. Por lo que para ella le resultaba fácil poder molestarlo.

— No tienes más amigos aparte de mi — se burló.

— Sigue riéndote de mi, y no te presentaré a los chicos de TXT — dijo él.

La sonrisa en la chica desapareció de inmediato.

— No te creo.

El chico volvió a sonreír, la situación había cambiado. Ahora era el quién molestaba.

— Me he vuelto cercano a ellos. Ahora yo soy el sociable.

Ambos se quedaron un rato serios, y luego rieron. Siguieron platicando de cosas sin sentido hasta que el descanso acabo y cada uno tuvo que volver a su respectiva clase, acordando verse en biblioteca una vez que la jornada acabará; ella estaba en último año, tendría que preparar su examen de admisión a la universidad, el tiempo estaba encima y por los problemas que estaba pasando, no había podido estudiar adecuadamente. Jay a pesar de ser un año menor la acompañaba a estudiar en biblioteca después de clase. Ese tiempo lo usaba para aventajar tareas, solo quería de una excusa para pasar tiempo con ella.

Atardecía, ambos seguían en biblioteca, ella estudiando, o algo parecido, su mente seguía tan perdida, hoy había sido golpeada por uno de sus compañeros de clase, antes de ir a biblioteca había corrido al baño a maquillar el golpe para ocultarlo de su amigo. No podía concentrarse, la noche anterior ninguno de sus padres llegó a dormir; suspiró frustrada.

— ¿No entiendes? — preguntó Jay cuando la escuchó.

Ella sonrió de manera falsa, él no sabía nada de lo que estaba pasando. Se dejó caer sobre sus libros, estaba realmente cansada. El chico acarició su largo cabello con dulzura mientras seguían con su atención en el celular.

— Jay — le habló aún estando sobre sus libros — Mis papás se van a divorciar.

Apretó sus labios reprimiendo el sollozó que estaba por escapar. El chico solo asintió sin darle mucha importancia, leía de unos correos que le habían llegado.

La biblioteca era iluminada únicamente por los últimos rayos del sol, había un hermoso cielo color naranja. Ella con la cara sumergida en sus apuntes evitando llorar, mientras que él centrado en su celular acariciando suavemente su cabello.

Esa fue la última vez que ambos se vieron.

Esa fue la última vez que ambos conversaron.

La semana siguiente Jay ya no volvió a clases.



𝐒𝚞n𝐬e𝚝 || 𝐉a𝚢 𝐏𝚊rk ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora