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No sabia que hacer, había decidido irme de casa, de vivir con Hyunjin, pero ahora ya ni eso puedo hacer, es mi dueño, lo odio, pero también lo amo, no se como reaccionara Jin tampoco, no logro entender en lo que pasa por la cabeza de Minho, dice amar a mi hermano, también a mí, pero hace negocios para tenerme, según él porque no quiere perderme, que no me quiere al lado de nadie más, ¿Qué significa eso? ¿me obligara a dejar a Hyunjin? ¿seria capas de hacer eso?

No lograba conciliar el sueño, luego de haber hecho el amor con Minho, este fue en busca de hyung a casa de un amigo, al llegar los escucho reír, estaba sediento, cansado, acalorado, era peor al recordar las horas antes cuando esta con Minho mientras follabamos por todos lados de la casa, lo había hecho pensando en que sería nuestra despedida, ahora estoy más hundido, me siento culpable, sucio, me odiaba a mí mismo por el daño que estaba causando, no solo ha hyung, Hyunjin, si no también a Minho, pero por sobre todo a mi triste y destrozado corazón, si tan solo pudiera decidirme, pero esta confusión en mi cabeza, en mi alma no me dejaba tranquilo, los quería a ambos, de una manera diferente, pero los amaba.

No escucho ruidos, así que me imagino que deben estar en el cuarto... juntos. Salgo de mi cuarto, vestido de una camiseta suelta sin manga y bóxer, el calor era insoportable, bajo las escaleras con rapidez, voy directo a la cocina, busco en la nevera un poco de agua fría y unos cubos de hielo, cuando estaba dispuesto a volver a mi cuarto, siento unos ruidos en dirección a la sala de estar, había una lámpara de la sala encendida, logro distinguir dos cuerpos desnudos sobre el sofá, lo estaban asiendo, él encima de hyung, embistiéndolo, igual como lo había hecho conmigo, verlo tan claramente hacia que mi corazón se lastimara aun más, sentía que la respiración se escapaba de mis pulmones, sostengo el vaso con fuerza, quiero reprocharle, pero no tenía derecho, yo era el "AMANTE" pronto de mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, estaba de pie viéndolos, lastimándome a mí mismo, de pronto lo veo levantar la cabeza, nuestros ojos se encuentran, esta sorprendido, pero no se detiene, escuchaba los gemidos de hyung, sus manos rodeando al hombre que amaba y al que debía compartir. No dejaba de mirarme, estaba serio, yo negaba con mi cabeza entre lágrimas, ya no lo soportaba más, al fin mis piernas reaccionaron, salí corriendo del lugar, mientras subía las escaleras torpemente tropecé, cayendo sobre los escalones, el vaso que llevaba conmigo se quebró, cortándome la mano, escucho pasos acelerados viniendo, las luces se encendieron.

-¡FELIX! – escucho la voz de Jisung

No quería verlo, no quería ver a ninguno de los dos, en este momento los odiaba, me odiaba a mi mismo por odiarlos a ellos, por odiar a hyung que no tiene nada que ver. Veo mi mano ensangrentada, me dolía la cabeza, el brazo derecho, las rodillas y el tobillo derecho, siento unas manos sobre mí, alzo mí vista, Minho intentaba levantarme

-¡ALEJATE DE MI! ¡NO ME TOQUES! – no pude evitarlo, estaba lastimado, me dolía el cuerpo, pero más me dolía el corazón

Él estaba de pie viéndome llorar, estaba desconsolado, sentía las manos de Jisung acariciando mi espalda.

-Todo va a estar bien Felix – se queda viendo mi mano – estas herido... Minho, no te quedes ahí viendo como un tonto, ayúdame, mi hermanito esta lastimado – él asiente sin decir nada, pero podía ver en su rostro la preocupación, no sé si es por el hecho de que este lastimado o porque le grite que no me tocara.

No sé en que momento se habían puesto los pantalones, menos mal que al menos tuvieron la decencia de hacerlo. Soy llevado en brazos por Minho hasta llegar a mi cuarto, me recuesta, veo a Jisung correr al baño, no tarda tanto, trayendo consigo una fuente con paños húmedos. Se sienta a mi lado para comenzar a limpiar mis heridas.

-Llamare al doctor, necesita ser atendido por un profesional – Minho me mira, yo solo desvió la mirada, lo veo alejarse un poco sin salir del cuarto, esta asiendo la llamada.

¡ÉL o YO!  (Minlix - Minsung - Jinlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora