Muerte al Vampiro

2

"Es una bruja" logro oír a lo lejos "¿De qué otra forma sentimos la Veter en su sangre? apuesto es una ilusión"

"El lobo de Canmore la reconoció como suya" escucho una voz más profunda que logra hacerme tiritar.

"¿Y usted alfa?" pregunta otro y la voz profunda gruñe. 

"Si es una bruja lo descubriremos, de todas formas debemos estar preparados. El lobo puede venir a buscarla, o peor..." 

Dejo de oír las voces, no sé cuanto tiempo ocurre pero algo comienza a escocer en mi brazo y me intento mover para rascarme. 

-¡Está despertando! -alguien grita.

Me cuesta abrir los ojos, hay una luz blanca y brillante sobre mi que me obliga a pestañear un par de veces. Debo estar en el hospital, giro la cabeza esperando encontrar a Francisca al lado. Pero solo veo un doctor.

-Hola -saluda.

-Hola -mi voz suena áspera, necesito un vaso de agua.

-¿Cómo te llamas? -¿nadie a preguntado por mi? lo miro extrañada, quizás es una pregunta para ver si mi cabeza está bien, como cuando preguntan en las películas qué año es.

-Emma. 

-Bien -anota algo en un papel. -Ahí tienes agua -dice señalando la mesita de al lado de la cama -Ya vendrá su excelencia a hacerte algunas preguntas.

¿Su excelencia?

Al salir cierra la puerta que está hecha de unos barrotes de fierro como los de prisión y escucho un "clic" indicando que se encuentra con llave.

¿Pero que mierda está pasando?

Miro más detenidamente en donde me encuentro, mi cabeza duele un poco, pero es literalmente una celda con una cama y equipo de hospital.

Mi cuerpo está cubierto con una bata de papel y cuando hago el movimiento para tocarme la cara noto que mis manos están esposadas a la camilla.

¿Qué mierda sucede? noto como mi corazón comienza a latir rápidamente.

¿Pensarán que soy la culpable de lo que le sucedió a Jaden?

Las esposas son del largo suficiente para poder llevar el vaso de agua a mis labios, se siente tan exquisita que me la termino en tres segundos, aunque debí beberla muy rápido, puesto que me cae pésimo al estómago.

Levanto la mirada y dejo caer el vaso ya vacío al suelo, que al romperse llena el ambiente con su sonido.

Frente a mi está el mismo hombre que llamé chiflado en el bosque. Pero con esta luz puedo verlo a la perfección. Sus labios son finos, sus ojos azul claro, y su cabello es corto y color castaño. Es alto, muy alto.

-¿Qué haces aquí? -soy la primera en hablar.

Levanta una ceja y me mira a los ojos más tiempo de lo normal.

-Intento descubrir quien eres -su voz es profunda y masculina.

-Yo no maté a Jaden -digo rápidamente -Lo juro, fue un animal en el bosque quien nos atacó yo..., estoy segura que esto es un error.

-Ahh si..., el humano -dice como para si mismo. -Bueno, cuando estés lista para decirme quien eres realmente avísame. 

-¿Qué quieres decir?, Soy Emma, tengo 22 años estudio Ciencias Políticas en la Universidad de Ottawa, volví este verano a ver a mi tía. 

-Como digas bruja -me mira despectivamente. 

-¿Tú quién eres? ¿el juez de la ciudad o algo así?

Sonríe para si mismo y niega con la cabeza.

Aunque sea un chiflado, hay algo en el que me dan ganas de suspirar, no sé si son sus rasgos, su olor... me lo quedo mirando un rato, No es nada viejo, se viste con clase, pero no extremadamente formal, chaqueta, pero sin corbata y los primeros botones de la camisa desabrochados. Podría ser un juez, ¿Pero por qué estaría tan profundo en el bosque? ¿Habremos caminado tanto que llegamos a otra ciudad?

Mi estómago suena y se encoje, tengo hambre, quizás hace cuantos días que no como. Los recuerdos del bosque son como pesadillas, sé que no pasé ahí solo una noche.

-¿Al menos podrían darme algo de comer? -le pido, vuelve a mirarme extraño.

-¿Quieres comer? -asiento con la cabeza -veré que puedo hacer -levanta los hombros y se va por el pasillo.

"¿Quiere comer?" escucho a las personas afuera "debe ser una bruja, de todas formas los análisis de sangre deben estar por llegar" 

¿Por qué me llaman bruja? ¿No tengo permitido hacer una llamada de todas formas?

-¡Aló! -grito para llamar la atención de alguien -¡¿Enfermero?!

A los pocos segundos veo al hombre en bata blanca que vi por primera vez.

-¿Si? -levanta una ceja.

-Desearía hacer una llamada... a mi tía, estoy segura que debe estar muerta de preocupación por mi. - Si es que recuerda que la vine a ver, pienso.

-No es necesario -responde.

-¿Cómo que no? es mi derecho.

-No tienes derecho a nada en una situación como esta -dice cortante, mi corazón se acelera nuevamente, notando por primera vez que quizás estoy en serios problemas.

-¿Dónde estoy? -bravo. La primera pregunta inteligente Emma.

-Estás bajo la Custodia de la manada de Banff.

-¿Qué?