Amor y desengaño de una adolescente

MARIA EXISTE (TEENS VI)

Fueron pasando los días y María seguía soñando con su chico moreno. Ni siquiera se atrevía a decir su nombre.
Esa tarde las conversaciones por whassap fueron dedicadas a quien estaba por quien.
Paula, una de las ya mejores amigas de María, confesaba estar por Mario.
Carla se decidía a confesar su atracción por Pedro.
Intervino Mario y se declaró admirador de María.
- Queeeee?
Comentó Paula.
- Pero si no para de mirarme. María por favor dime que no te gusta.
- Tranquila
Contestó María
- Te lo regalo
Jajaja, rieron todas poniendo un montón de caritas de emoticonos sonrientes.
Así poco a poco fueron confesando sus atracciones, todas y casi todos, salvo María, que se resistía a confesar su cada día más obsesiva atracción por Javier.
- Vamos María, cuéntanos por quien estas.
Todas querían saber quien ocupaba el pensamiento y el corazón de María.
Ella se resistía. no quería mantener el secreto por timidez, sino por vergüenza de admitir que no era correspondida.
María dejó el teléfono y se puso a preparar las cosas de educación física para el día siguiente.
Era viernes, y ya se sentía el cansancio de la semana.
María se quedó un poco rezagada de sus amigas cuando iban al gimnasio.
De repente un balón cayó sobre su espalda. El golpe fue grande pero el susto fue aún mayor.
Se sintió aturdida unos instantes, sin saber exactamente que había pasado, cuando alguien la habló y se preocupó por sí se había hecho daño.
- Estas bien?
Cuando María levantó la mirada para contestar, se quedó paralizada y muda.
Temblaba como una hoja y no articuló palabra alguna.
- Te has hecho daño?
Preguntó de nuevo la persona que había lanzado con fuerza el balón que aterrizó en la espalda de la joven.
- No, dijo María tímidamente.
Y se fue sin dar tiempo a más preguntas.
Entró en el gimnasio con cara de no saber ni siquiera que había pasado.
- Ocurre algo María?
Preguntó su profesor de educación fisica.
- Porque llegas tarde?
No podía contestar. Estaba embobada.
- Sí, no. Bueno quiero decir: lo siento.
- Vamos, vamos chicas y chicos a trabajar.
María no podía creer que Javier la había hablado por primera vez porque había estrellado su balón en su espalda.
- Es el chico más guapo que he visto en mi vida, se decía María a sí misma mientras intentaba participar en las actividades de la clase.
Esa tarde Javier salió de clase con una sonrisa de oreja a oreja.
- Que ocurre Javier? Le preguntó Clara, mientras caminaban hacia casa.
- Nada, yo he conocido hoy a mi ángel....