TRISTES VACACIONES (VIII)

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María era la pequeña de dos hermanas. Sus padres habían conseguido educarlas para que fueran buenas niñas, pero la edad tenía que hacer estragos en ellas para ponerlas a prueba en cada etapa de sus aún cortas vidas.
Por mucho que intentaran acercarse a sus hijas, sus padres tenían claro que nunca les considerarían sus amigos, pero ellos intentaban estar a su lado en todo lo posible. Compartían muchas cosas, aficiones, amigos, gustos por la música y el cine, y sobre todo intentaban que las dos hermanas se sinceraran con ellos.
En esta ocasión, María no había compartido su secreto ni siquiera con su hermana Diana, que era tres años mayor que ella.
María pensaba en los largos días de vacaciones de Navidad que pasaría sin ver a Javier.
Pasaron los dos primeros días y la rutina era no madrugar, escuchar música, ver sus series favoritas y leer su amado libro de historias de amor.
Cuando María leía, se ponía en la piel del personaje que más la gustaba.
Elegía a la chica más guapa, la que más éxito tenía en el colegio, la que llevaba la ropa más chula y era la más popular.
Luego volvía a la realidad y se sentía inferior a su personaje favorito.
No era porque ella no fuera guapa ni popular, ni porque no vistiera bien, simplemente no se sentía correspondida por la persona por la que ella sentía algo especial, y por eso se menospreciaba a sí misma.
El tercer día de vacaciones recibió un whassap de un número que no conocía
- Quién me escribe?
- No conozco el número.
Cuando leyó el whassap:
- Hola María
- Soy Clara ...
?????
- Clara? - pensó María.
- Claraaaa. Clara la del baño, pensó.
Pero ???? Qué quiere esta?
- Hola - contestó María.
- Te acuerdas de mí? - dijo Clara.
- Sí - dijo tímidamente María.
- Tienes mi número?
- Perdona, se lo pedí a una amiga tuya.
- Por????
- Te importa?
- No, pero qué quieres?
- Saber si querías ir un día al cine o a merendar, o cualquier cosa que te apetezca.
- Con quién?
María rezaba mientras escribía para que Clara dijera que con Javier.
- Nosotras dos....
Clara temblaba mientras escribía.
- Pues no se, - contestó María.
- Es que tengo muchas reuniones familiares, - se apresuró a decir sin apenas pensar.
- Bueno, graba mi número y si te apetece me llamas.
- Ok, - fue lo único que contestó María.
Clara soltó el móvil encima de la cama como sí le quemara en las manos. No podía creer lo que había hecho.
- Pensará que estoy loca, pero no se imaginará nunca que estoy loca por ella.
- Ahhhh no tenía que haberlo hecho, es una estupidez.
Sonó un whassap:
- Hola guapa, - era Javier.
- Que haces?
No podía contar a su amigo lo que había hecho, o sí?
- Nada contestó.
- Nadaaaaa?
- Bueno, casi nada.
- En qué quedamos?
- Javier soy idiota.
- Ya, y qué? Jajaja
- No te rías, no te imaginas lo que he hecho.
- Qué has hecho?
- He escrito a mi "ángel".
- Me parece bien, jajaja - contestó Javier, que nunca habría imaginado que ese ángel era María, su dulce María.
- Que te ha dicho?
- Creo que ha pensado que soy imbécil.
- jajajaja
- Y qué más crees que ha pensado?
- Creo que me ha puesto una excusa para no quedar conmigo.
- Tranquila, habrá sido una sorpresa para ella, no te conoce apenas, seguro que te escribirá ....
- Me quiero morirrrrr o desaparecer o convertirme en pez....
- Jajaja paciencia, verás como tengo razón. Besitos amiga.
- Ya te contaré.
Cuando Javier dejó de hablar con Clara, tuvo la intención de escribir a María, pero pensó que podía pasarle lo mismo que a su amiga, que de pura sorpresa le diría que no a cualquier cosa que le propusiera. Así pues se quedó con las ganas y dejo el móvil en su escritorio....

Amor y desengaño de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora