DANBI [Oh Sehun- EXO]

0.3 - [ Tarea extra ]

Danbi no daba abasto en sí misma, tras perder las piernas en esa súper corrida, se detuvo en un parque para recompensar sus pulmones, no podía creer todo lo que vivió esa tarde, era inaudito, inexplicable, imposible.

Visó el cielo y estaba atardeciendo, se tornó de un hermoso violeta. Pudo sentir el frío en su cuello… su nuevo amigo Oh SeHun se había quedado con la bufanda, recordó la situación y no dudó en sonreír de oreja a oreja. “Que cielo más hermoso” dijo para sus adentros. Hacía mucho que no notaba el cielo de esa manera, tal vez algo ayudo a que soltara ese comentario.

Veía todo de color rosa, ese mundo tan gris y cruel podía ser también rosa y tierno en algún sentido… su corazón estaba lleno de esperanzas otra vez, ese joven colmo su alma de alegría y fantasía, se sentía de otro mundo. En la parada del transporte público giraba en círculos y sonreía felizmente incomodando a las demás personas, pero no le importaba, era feliz. Cuando el autobús vino decidió calmarse, ya era mucha vergüenza, se sentó en el fondo como siempre, y aclaró todas las ideas locas de su cabeza. No podía contener tanta felicidad, pero tampoco quería exhibirla, se prometió a si misma guardar esto como una anécdota secreta, que jamás será revelada. Se arrepintió de no haberle robado un beso, ese pensamiento le arrebató su poca inocencia y estalló en risas. Luego de  colocarse los auriculares dejó que la música la sumergiera en un mundo romántico y feroz.

Caminando a su casa no podía sacarse de la cabeza esa mirada tan pura, esos ojos tan hermosos, y esa voz tan seductora, fantaseaba y fantaseaba… no tenía remedio, al fin y al cabo ese chico era un idol y ella era su fan. Creyó que jamás iba a tener una oportunidad así, por lo que se sentía contenta de haberle mostrado una faceta tierna de ella (llorando como niña), además él le pidió ser amigos, “Tal vez solo lo dijo para quedar bien…” pensó un poco decaída, ”Tampoco quiero acosarlo” recalcó nerviosa. Miles de tontas ideas corrían por toda su cabeza, y no podía pensar claramente…

Subiendo las escaleras hacia el apartamento visó a su vecina en el pequeño patio continuo, “Chusma”, le dijo su interior, ésta también la vio y  chispeándola de arriba abajo bufó.

- Un poco tarde, ¿no Danbi?- la miraba con un cierto aire a superioridad.

- No lo creo, la escuela es importante… señora.- el odio era mutuo, su vecina se quejó pero no le prestó atención, su pequeña charla había finalizado.

- Que mujer más chusma, aish… la detesto.- escupió Danbi con asco dejando ya su mochila en el piso.- ¿Tía? ¡Ya llegué!- nadie contestó,- ¿Tía?…Bien… Perfecto.

El apartamento estaba vacío, su tía todavía no regreso.

“Seguro está en una cita…” pensó graciosamente dirigiéndose a la pequeña cocina, el lugar era chiquito pero estable. Dos habitaciones pequeñas, y una donde entraba la cocina, el comedor y la sala de estar, más un baño diminuto. Lo único que le gustaba era la pequeña terraza donde podía descansar y cuidar sus plantas.

Luego de colocar música, comenzó a cumplir con sus tareas, entre ellas, ordenar toda la casa, regar las plantas, vaciar la cocina, hacer comida, y por último la apestosa tarea. El día no había terminado en lo absoluto y ella ya se encontraba exhausta.

Su tía llego apurada unas horas más tarde, con miles de bolsas de mercadería sorprendiendo a Danbi cuando bailaba poseídamente Let out the beast, su tema favorito.

- ¡Ya! ¡Ayúdame! –gritó desesperada la señora Lee.

- ¡Es mi parte favorita Suhyeong!- se quejó Danbi cargando las bolsas.- ¿Cómo puedes hacerme esto?- agregó padeciendo de la tiranía de su amada tía.