DANBI [Oh Sehun- EXO]

0.1 - [ Tienda ]

3:09 a.m.

Danbi se encontraba al pie del escritorio usando la computadora, a altas horas de la noche y aún no se iba a dormir. Viendo videos y editando fotos, el tiempo no existía para ella, todas las noches era exactamente lo mismo. Inusualmente probaba hablar con extranjeros, los cuales eran mucho más agradables que las personas que la rodeaban todos los días. Se desvelaba por ellos siempre.

-¡Assh! Ya son las 3:25 de la mañana! – Bajó la voz para no despertar a su tía.- Mierda. Apágate maldito ¡aparato de demonio! Déjame dormir. ¡Aashh!

Y tras esa queja se fue a dormir… al fin. Sí que da problemas.

Desde que su madre se fue no es más que una desinteresada con la mayoría de las cosas, tanto escuela como vida social, no les presta atención, solo le interesa su computadora y su amada boyband. Sus notas están bajando, pero con el mínimo esfuerzo sabe zafarse, es buena alumna, pero vaga, estos últimos meses le estuvo yendo mal. Ahora recuerdo, debió haber sido la carta… esa carta la distrajo mucho tiempo… realmente no quiere a su madre, que lástima.

Ese futón es incómodo, pero es lo único que tiene. Una sonrisa ligera se dibuja en su rostro inesperadamente unos segundos antes de caer dormida profundamente… seguro estaba pensando en esos chicos. Qué niña.

7:06 a.m.

Se escuchan gritos.

-¡Danbi! ¡DANBI! Levántate ya ¡mocosa malcriada!- los golpes con la almohada por fin despiertan a Danbi. Se encuentra con la misma situación de todos los días: su tia malhumorada, ella adormilada, y poco tiempo para prepararse.

-¡Ah! Bueno ¡ya!-se sienta caprichosamente- Ya me levante. – hace puchero con su boca.

-¡Danbi! ¡¿Cuándo vas a madurar?! Que no ves que vas a cumplir 17 años dentro de  ¡un mes! ¡No tienes consideración por tu tía!- cascarrabias como siempre.

-…-en silencio como siempre.

-¡Mira la hora que es! ¡No te daré plata para que desayunes! Así que  mejor ¡apúrate!- eleva su voz lo más que puede, y por lo bajo dice- Mocosa vaga, si serás hija de tu madre.- se va con su presencia hacia la cocina, a ella también se le está haciendo tarde.

Mientras tanto Danbi, tratando de reaccionar a la sordera temporal que le ocasiono su tia con los gritos molestos, dirige la mirada hacia la ventana:

- Que lindo cielo… “siempre ha estado ahí tarada”- su otro yo ataca desde adentro de su cabeza.

Tras ese incidente ve la hora de nuevo y ya eran las 7:11… ¡tarde!

No tuvo más remedio que levantarse e ir por sus cosas. Resumió todo en cinco minutos: lavado de cara, ropa, mochila, desayuno. Al terminar con todo, ve a su tía en la cocina y dice:

- Me voy… - sonó misteriosa.

-Ok, pues vete ya.- se da vuelta para verla irse, pero ésta no se mueve, y su mirada cambia.- ¿qué?!- responde a la mirada provocativa que le hizo su sobrina.

-… dame plata.- con todo el descaro del mundo suelta esas palabras.

-… raja de acá… ¡ya! -la persigue hasta la puerta- ¡mocosa maleducada! ¿¡Cómo me vas a pedir las cosas así!? ¡¡Ahora come aire!! -furiosa como siempre.

- hahaha! – estalla en risas mientras corre hacia la libertad (la puerta). Al salir disparada del apartamento y bajando las escaleras, gira su cabeza y contempla a su tía cascarrabias y le dedica una enorme sonrisa.

Siempre fue una sinvergüenza, pero solo con los que toma confianza. Su tía la educó lo mejor que pudo, le enseñó a tener carácter y a no dejarse pisotear, lo demás no importa, debía comportarse bien solo con ella, y así zafaba. Ama hacer enojar a su tia por simples cosas, enojada… le hace acordar a su madre. Hace ya… ocho años que vive con ella… como no quererla. Se tratan como amigas. Danbi no la ve como una madre, nunca la vio asi, ya que su relación se basó más como una amistad y siempre fueron informales entre ellas, ambas se quieren y se apoyan en todo (casi todo), es un amor raro, pero al fin y al cabo es amor.