"Algo distinto"

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—¡Apúrale Gato que ya se nos viene la lluvia! —Grito Valentina mientras corría apresuradamente.

—¡Ahí voy! no te mortifiques, además ni las nubes se han juntado —Dijo el joven cantante corriendo a su lado.

Los dos corrían hacia la iglesia, a través de las empedradas calles de Guanajuato, estaban haciendo unos mandados en el mercado, hasta que Valentina se percato de las nubes y entre los dos agarraron carrera hasta la iglesia, ya que no querían mojarse ni ellos ni las compras que habían echo.

—Oye mejor parémosle, no creo que vaya a llover ahorita —Dijo Santiago frenando de golpe mirando curioso el cielo, a sus ojos se veía despejado.

—Créeme Gato mi intuición nunca me ha fallado, y te lo digo deberitas en cualquier momento llueve —Dijo la minera mirando al cielo, por mas despejado que este algo le decía que no duraría.

—Se supone que el del sexto sentido soy yo —Dijo mientras se cruzaba de brazos y en tono burlón—Aunque seria el gato bajo la lluvia.

—¡Mejor córrele o si no te llevo de la oreja a ala iglesia! —Dijo molesta.

—Bueno pues, aunque sigo creyendo que solo estas exagerando —Como si el mundo lo contradijera, un segundo después sintió una gota de agua en su nariz y antes de decir algo las nubes se juntaron y comenzó a llover fuerte de la nada, los dos tomaron todo y corrieron directito a la iglesia.

—¡DECIAS!— Dijo mientras corría cubriendo todo las cosas que tenia en las manos, intentando correr lo mas rápido que podía.

—¡Luego me regañas, mejor córrele! —Grito el joven musico  su lado.

Las personas alrededor suyo también corrían o caminaban de forma apresurada, los dos jóvenes también corrían y para su mala suerte no había lugar donde esperar hasta que la lluvia pare y lo mas difícil era llegar, debido a todo lo que tenían encima. Después de un rato lograron llegar a la iglesia, afortunadamente ninguna de las cosas que traían se arruino por la lluvia, pero ellos estaban completamente empapados.

—Parece que se va a caer el cielo —Santiago miraba al patio de la iglesia empapada, mientras exprimía el paliacate que siempre traía en el cuello.

—Solo espero que no empeore o que no dure hasta la noche... —Dijo la castaña, mientras se abrazaba a si misma.

—Eso espero Vale, eso espero —Dijo Santiago.

—¡Ay chamacos, miren como están! —Se oyó la voz desde la puerta, era la hermana socorro quien con sus grandes lentes miro de arriba a abajo a los dos jóvenes.

—Que feo clima les toco, si hubiera sabido les hubiera encargado otro día que fueran al mercado —Dijo mientras se limpiaba sus lentes empañados por la lluvia.

—No se apure hermana, al fin al cabo usted no sabia —Dijo Valentina.

—Además, lo mejor es que ahora tenemos mas comida para los chamacos —Dijo Santiago mientras terminaba de poner todas las cosas que traía.

—Mejor váyanse a bañar antes de que les de algo, yo me encargo de guardar todo esto —La hermana, tomo todo del montón y intentando cargarlo todo.

—¿No quiere que la ayudemos? son bastantes cosas —Dijo Santiago intentando agarrar las cosas que traía la monja.

—Soy vieja pero no invalida, puedo con esto aparte solo es pan y fruta, vayan a bañarse para que no se enfermen luego —La hermana salió por la puerta tambaleando la pila de cosas que traía, intentando no tirar nada, no parecía pesarle para nada.

One-Shots//// Santivale (EDITANDO)Where stories live. Discover now