Charlie's POV:
Una sonrisa se instalo en mi rostro, aunque no era mas que una mueca triste, suspire asintiendo a pesar de que no podía oírme.
-Noah... Lo se, tienes razón- apreté los puños y me coloqué la chaqueta y buscando mi paraguas, salí dirigiéndome al edificio de la pelirroja, sabía que debía esforzarme si quería ganármela nuevamente.
-Solo repites que lo sabes, pero ¿Realmente entiendes lo que sientes? Te veías feliz, parecía que eras alguien más mientras estabas con el, una versión distinta a la que conocí...- mordisquee mis uñas refugiándome un poco del viento mientras protegía mi teléfono de las molestas gotas.- No quiero que vuelvas a romperme, no quiero dejarte hacerlo, quiero que decidas que es lo que quieres, quiero que pongas en orden tu vida,y luego vengas y hablemos... Estuve mucho tiempo en mi cabeza y ordenando mi caos como para que vengas tu y me destruyas todo nuevamente.
Abrí la puerta de su edificio y deje mi paraguas empapado a un lado. Ella tenía razón, demasiada.
- ¿En que momento mi pequeña Noah se volvió una mujer fuerte y sabia?- escuche su risita y no pude evitar sonreír también.- Escucha... Estoy cerca de tu casa, estaba yendo a la mía pero la lluvia es mu fuerte, ¿Podría subir un momento hasta que se calme un poco? Solo si no es molestia.- Su voz susurró un si y me indico el piso, colgué y subí al elevador y marque el número, no me sorprendía que viviera en el último piso, la vista desde allí debía ser hermosa.
Baje y caminé hasta casi el final del pasillo, golpeando la puerta con cuidado, momentos después, un chica bajita, delgada, con su cabello naranja brillante amarrado en un torpe rodete y el rostro cubierto por una mascarilla asomó con cuidado, sonreí mirandola, arrugo la nariz y luego me devolvió el gesto, se apartó y me dejo pasar, su apartamento era precioso, la decoración era simple, había algunos cuadros colgados, muebles de color oscuro que contrastaban con el suave tono de las paredes, sonreí y ella volvió de su cuarto con algo de ropa y una toalla.
- Puedes tomar un baño, si lo deseas, así no enfermarás...- sonrío y uno de sus pequeños rizos rebeldes cayó sobre su rostro, no pude evitarlo y mi mano se dirigió hacia allí acomodándolo detrás de su oreja, mi mano permaneció en su nuca un momento y me aparté rápidamente cuando note su mirada.
- Lo siento... Lo siento, fue la costumbre- susurre tomando las cosas y dirigiéndome por el pasillo hasta el baño, no fue difícil encontrarlo, el apartamento solo tenía dos habitaciones, y una tercera puerta se encontraba al final del pasillo, me encerré allí, tomando una tranquila ducha, había mucho en lo que tenía que pensar, y no sabía por donde comenzar.Me vestí despacio, a pesar de que sentía que por alguna razón el tiempo transcurría mas lento allí. Salí del cuarto de baño con una toalla aún en mi cabeza, encontrándome a Noah ya sin la mascarilla, con sus tiernos lentes sentada en frente a una portátil tecleando a gran velocidad, reí en voz baja recostándome en la pared detrás suyo, me preguntaba en donde estaba la chica frágil que había conocido, allí, frente a mí solo veía a una mujer fuerte, determinada y con una madurez sorprendente... Y, a decir verdad, comenzaba a gustarme aún más.
-¿Puedo saber porque estás observándome de esa forma?- sus ojos estaban clavados en mí, y por primera vez en mucho tiempo, me sentí intimidada, su mirada era oscura, y ni siquiera parpadeo cuando se levantó y se acercó a mi. Por alguna razón, mi instinto me quería obligar a huir, pero me quede en mi lugar, como si mis pies hubieran sido clavados en el suelo.
-Lo lamento, estaba divagando en mis pensamientos...- ella asintió y se quito los lentes, acariciando el puente de su pequeña nariz repingada, sonreí.- ¿En que trabajas?... Se ve algo importante, y al parecer te estaba molestando, por la forma en la que escribías...
Asintió pero no contesto a mis preguntas, dio media vuelta y solo se dirigió a la segunda habitación, encerrándose allí, no sin antes advertirme que no hiciera nada estúpido mientras estaba ocupada. Reí y la vi desaparecer, no tenía forma de saber que no sería la primera vez que lo haría.
ESTÁS LEYENDO
ᵀᵒᵏʸᵒ™
Non-FictionSegunda parte de ɯoouɔɥᴉๅp. Dos corazones, unidos y separados por un mismo fin: la felicidad de la otra. ¿Es real eso de que el tren solo pasa una vez en la vida? ¿Será este el final feliz que Noah deseaba obtener?