Todo el mundo tiene una historia que contar algunos antes que otros al igual que más asombroso. Pero está es la historia sobre el Rey de la selva.
Esta historia comienza con una tormenta, una repentina tormenta que azotó el océano. A mitad de la noche un barco estadounidense navegaba con tranquilidad ignorando el peligro que los acechaba. Los pasajeros principales descansaban en sus habitaciones, el capitán repasaba el curso que debían tomar para llegar a Inglaterra y la tripulación se encontraba distraída y relajada.
En uno de los camarotes una mujer descansaba en la cama pero rápidamente se levanto al oír el llanto de su pequeño hijo.
-¿Xi, tesoro que sucede?- pregunto un poco cansada mientras cargaba a su pequeño.
El menor se calmo un poco al sentir la calidez de su madre. Los dos se encontraban en la cama más grande descansando de lo que quedaba de noche. Un relámpago acabo con la tranquilidad del momento. La tripulación velozmente intento mantener el barco a flote sin embargo ya era demasiado tarde, enormes olas impactaron con el barco. La mujer tomo una de las mantas que se encontraba en la cuna de su retoño.
Corrió hasta la puerta de la recámara saliendo por está, solo dió unos cuantos pasos antes de ser empujada por el agua y chocar contra la manera causándole gran dolor, no se detuvo hasta llegar a los botes salvavidas. Colocó a su bebé en el bote mientras intentaba poner este en el océano. El barco se encontraba flotando no muy lejos del principal. Estaba lista para bajar pero el destino no tenía el mismo plan. Un relámpago impacto en la parte más alta del mástil prendiendole fuego y tirando lo directo al mar desplazando el barco a una isla que se encontraba no muy lejos del lugar mas lo suficiente para ser ignorado por los habitantes de aquel lugar a partado de la civilización.
La mañana había llegado, los rayos de sol iluminaban la selva y la playa. No muy lejos de la costa una manada de gorillas caminaban por el lugar con una triste aura, uno de sus miembros había perdido a su cachorro en las garras de Sabu. Se detuvieron a descansar. Un llanto llamo la atención de la gorilla más joven la cual salió corriendo en dirección a la playa. A penas se acercó al bote observo al pequeño ser que lloraba desconsolado acercó su pata acariciando el rostro de aquel ser sin pelo, lo cargo con cuidado mientras se adentraba en la naturaleza.
-Kala, ¿Qué harás con el?- le pregunto el alfa de la manada.
-Cuidare de el Kercha, se que no remplazara al que perdimos, pero el necesita una madre- argumento con cariño -ya lo verás será un gran hijo- comento recibiendo un gruñido como respuesta.
-Esta bien, puede quedarse pero no será mi hijo- contesto antes de retirarse.
-No te preocupes...Kenji yo te protejere-.•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°.
Los años pasaron desde aquel insidiente y muchas cosas han sucedido. Desde que el barco se hundió no se encontró algún sobreviviente.
Un joven de 22 años se deslizaba entre las gruesas ramas de los frondosos árboles para reunirse con el resto de su manada. Ya era muy tarde, su madre se enojaría por faltar al desayuno, se desvio rápidamente mientras tomaba un ramo de flores silvestres y retomar su camino.
-Llegas tarde- le reclamó.
-Yo no llegue tarde, ustedes llegaron temprano- argumento con una sonrisa -son para ti- explicó mientras le entregaba el ramo de rosas.
-No te saldrás con la tuya siempre- regaño mientras las recibía con unas sonrisas.
-Hasta entonces- aclaró mientras comenzaba a devorar parte de una papaya.El muchacho apenas pudo degustar su bocado antes de ser empujado al suelo.
-Hola tía Kala- saludo una gorila más joven.
-Hola Brooklyn- devolvió el saludo mientras acomodaba las flores.Ambos jóvenes comenzaron un juego brusco el suelo, el resto de gorillas observaban con gracias la escena, ya era normal para ellos observar esa competencia de fuerzas, desde que el de rasgos asiáticos logro acabar con Sabu y recibió aquel corte en su abdomen, su amiga no a dejado de enfrentarse a el.
-¡Chicos detenganse!- exclamó nerviosa una elefante de su edad.
El chico ignoro a su amiga mientras le aplicaba una llave a su amiga esperando se rendición como era costumbre todos los días, pero todo fue diferente esa vez.
Un disparo se escuchó a la distancia deteniendo la pelea y provocando que todos los primates volteando en esa dirección. El largos cabellos observaba con curiosidad el lugar con la intención de ir a observar pero fue detenido al escuchar el rugido de aquel que podía considerar su padre.
Caminaba en conjunto con su manada antes de detenerse junto con sus amigas dispuesto a darse la vuelta.
-Kenji hay que movernos, Kerchak no es alguien fácil de intimidar y tú lo sabes- le recordó la elefante.
-Sammy tiene razón, si te enfrentas a lo que sea que hay por ella terminarás peor que lo que te hizo Sabu- explicó mientras le señalaba la sicatris en su abdomen.
-Solo iré a investigar- hablo mientras tomaba una liana.
-No te atrevas Kenji- advirtió la gorilla.Pero fue demasiado tarde, el joven se había escapado tan rápido que sus amigas no tuvieron tiempo de seguirlo.
El de taparrabo intentaba buscar a los provocadores de todo este escándalo, se detuvo al oír el mismo sonido provenir del lugar donde unas ramas de bambú caían al suelo. Rápidamente se oculto con cuidado en la cima de las hojas observando al grupo de intrusos.
-¡No es ésto asombroso!- exclamó un joven de tes morena.
-Ciertamente, tanta naturaleza es magnífica- concordó una mujer ligeramente más alta que su contrario -y ¿Dónde está Ben no lo e visto desde que desembarcamos?- pregunto un poco preocupada.
-¡Aquí estoy!- exclamó una voz que intentaba pasar el bambú.Torpemente un hombre con botas, short y sombrero se ponía de pie, el de cicatriz lo observo con asombroso sobretodo por sus singulares ojos los cuales parecían brillar capturando si atención.
-Perdón por interrumpir su momento pero ya saben que yo no quería venir a este lugar es tan húmedo, lleno de gérmenes y...- se detuvo por un momento al escuchar el cantar de los pájaros -misterioso- termino su oración tímidamente.
-Esto no será tan malo Ben- explicó el de anteojos -talvez puedas encontrar algo que te enamore en esta jungla- bromeó mientras caminaba con su prometida detrás del guía.
-Es más fácil decirlo que hacerlo- murmuró por lo bajo mientras tomaba su mochila y la cámara instantánea.El más joven caminaba detrás de los adultos tomando algunas fotografías de los alrededores. Pero tomo otro rumbo al identificar el crujir de unas ramas encontrándose con un babuino bebé el cual comía tranElquilamente una fruta, con su cámara enfoco aquella escena y apagó el flash para no espantar a la criatura apenas tomo la foto en el momento perfecto pudo sentir como aquel ser curioso subía hasta su hombro para observar la imagen el animal quedó impresionado por lo cual intento llevarse la cámara junto con las fotografías paro el humano lo detuvo con una broma. Cuando reaccionó toda la manada de aquel cachorro se encontraban amenazadores detrás de el y sin otra salida comenzó a correr.
Desde lo alto el de cabello alborotado rápidamente se columpio en el auxilio del más joven. Cuando esté estaba por saltar lo tomo de la cadera elevándolo en el aire logrando apreciar con más exactitud aquellas joyas.
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One Shorts {Kenjen}
FanfictionUna serie de historias recopiladas y creadas sobre está tierna pareja. Está historia fue creada con la intención de ayudar a qué este fandom aumenté poniendo un granito de arena uno a la vez