VANESA
- No puedes enfadarte con ella
- Si que puedo Ana. Yo tampoco quiero que de golpe salgan fotos mías con alguien, pero son mis amigos.
- Lo sé.
Terminamos de rodar y nos fuimos cada uno a nuestra casa para prepararnos. Las fiestas de Pablo López, o reuniones de amigos como él decía, eran muy habituales en nuestro grupo y al menos teníamos que hacer una al mes para coincidir entre todos. Para mi era muy importante que Mónica me acompañara.
Llegué a la fiesta acompañada de Pastora.
- Hola chicas, pasad están todos dentro. – Pablo nos abrió la puerta con una sonrisa.
Al entrar, vi a todos mis compañeros sentados en el sofá y alrededores. Estaban Eva González, David Bustamante, Melendi, Pablo Alborán, David Bisbal, Antonio Orozco, Manuel Carrasco y Aurora. Aurora no era cantante, pero habíamos coincidido bastante anteriormente, era amiga de Bustamante y muchas veces se había reunido con nosotros. Hacia tiempo que no la veía.
- Muy buenas a todos. – Les saludé uno a uno. – Aurora cuanto tiempo, todo bien?
- Todo bien, un placer volver a coincidir.
- Lo mismo digo. – Me quedé a su lado ya que estaba en la esquina del sofá.
Pasamos la noche hablando de música, comiendo y contando anécdotas. Después llegó el alcohol, las fotos, los juegos de mesa, más bebida. Me lo estaba pasando genial, conseguían que me olvidara de todo. Pero el alcohol empezaba a hacer efecto.
- Pensaba que te habías olvidado de mi – Una voz me susurró por mi lado derecho. Observé que no nos estuviera mirando nadie. Se me asomó una sonrisa.
- Te tengo superada Aurora, lo nuestro fue algo de una noche.
- Sabes que no.
Esa chica conseguía que me encendiera en segundos. Era más joven que yo y sabia jugar conmigo. Necesitaba salir de ahí.
- ¿Alguien quiere más alcohol? – Me levanté tan de golpe que todo me daba vueltas. Me caí de nuevo al sofá y mis amigos empezaron a reírse de mí.
- Vanesa relaja la bebida. – Me dijo Eva, pero yo la ignoré y repetí mi pregunta.
- Yo te acompaño anda.
Aurora me agarró del brazo y me llevó hasta la cocina.
- Sé llegar yo sola.
- ¿Estás segura? No me lo parecía a mi mucho eh.
Nos empezamos a reír y nos empezamos a acercar, demasiado. Definitivamente el alcohol me la estaba jugando. La cara de Mónica apareció en mi mente.
- Aurora, no debería estar aquí .... contigo, lo siento.
- No estamos haciendo nada malo.
- No, pero...
- ¿Pero qué?
- Volvamos, por favor.
Rellené mi vaso y me llevé las botellas.
La música volvió a aparecer. Intentamos cantar y tocar alguna que otra canción, pero fue prácticamente imposible porque solo empezar ya nos empezábamos a descojonar entre nosotros. Estábamos sobrepasados.
- ¡Vale, vale, vale! Juguemos a algo. - Bustamante saltó encima de la mesa con mucha ilusión.
- Chiquillo baja de ahí que me vas a ensuciar todo.