En un mundo donde los alfas y omegas están casi extintos y los que hay, se ocultan por miedo al rechazo.
En un mundo así, un pequeño bar de jazz llamado Deep ubicado en los suburbios de Nueva York, le servirá a más de alguno para ocultarse.
Omegaver...
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Rápidamente se puso su delantal blanco mientras caminaba por el pasillo del hospital. Acomodó los lápices que tenía en su bolsillo izquierdo del delantal y guardó un pequeño papel que uno de los enfermeros le entregó una vez entrando al hospital.
Miró por los pasillos no encontrando lo que buscaba.
"Gabriela" la chica que llevaba un carrito con muestras de sangre y otros implementos lo miró.
"Namjoon" le sonrió mientras acomodaba su larga trenza "¿Necesitas algo?"
"Sí" Namjoon se acercó un poco más a la bajita enfermera "¿Sabes si llegó el médico en jefe?"
"Llegó, estaba hablado con algunos médicos residentes en su oficina" Namjoon frunció el ceño.
"¿Así?" la chica asintió.
"Hace unas horas llegó un circular diciendo que los exámenes serán obligatorios desde la próxima semana" Namjoon asintió "Así que tenemos exactamente dos días para hacerles los exámenes a todos los empleados del hospital"
"¿Cómo?"
"El circular dice que primero serán todos los funcionarios públicos, luego la población en general" la chica sonrió y con su mano le indicó el carrito que llevaba lleno de muestras "Ya vez, mañana ocupada" Namjoon le sonrió.
"Gracias por tu tiempo" la enfermera negó con su cabeza.
"Avísame cuando sea tu turno, así te lo hago yo"
"Te aviso, muchas gracias" ambos se despidieron cariñosamente y Namjoon se dirigió a paso rápido a la oficina del médico en jefe.
Su corazón latía tan rápido que no lo estaba dejando pensar con claridad, esto era malo, tan malo. No tenía aún el contacto para la falsificación de los certificados, no sabía que haría a la hora de la solicitud del examen, no sabía que pasaría si se negaba...
Sus pensamientos se detuvieron cuando estuvo frente a la puerta del jefe. Dió dos golpes en la puerta pero nadie contestó, suspiró abriendo de todas formas.
Lentamente entró notando que las cortinas estaban cerradas, dejando a oscuras la oficina. Frunció los labios cuando vió al jefe sentado en su silla, ambos codos apoyados en el escritorio y su frente siendo sostenida por ambas manos.
"¿Jefe?" con el mayor sigilo del mundo cerró la puerta tras de si "¿Se encuentra bien?"
"Ya escuchaste ¿No?" Namjoon se acercó al escritorio, tomó la silla que estaba al frente de este y se sentó.
"Si necesita cualquier cosa puede contar conmigo"
"Namjoon quiero que te vayas, necesito estar solo, necesito pensar" el aludido miró hacia la puerta y luego lo miró.
"Sabes que no lo haré, dos piensan mejor que uno" Namjoon escuchó como el otro chasqueaba la lengua.
"Estamos jodidos"
"Ey" le dijo bajito acercándose al escritorio "Jin mírame" el chico seguía con la cabeza gacha "Cariño estoy aquí" Jin levantó la mirada y Namjoon sintió que un balde de agua fría le caía por la cabeza "No llores cariño"
